El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, en una foto de archivo. EFE/EPA/STEVEN SAPHORE

Bangkok.- La reacción en Asia a la adquisición por parte de Australia de submarinos nucleares dentro del plan de seguridad AUKUS oscila entre la hostilidad expresada por China y Corea del Norte y el respaldo de Japón, mientras que a medio camino se encuentran otros como Malasia e Indonesia.

El pasado lunes, el presidente estadounidense, Joe Biden, y los primeros ministros de Reino Unido y Australia, Rishi Sunak y Anthony Albanese, anunciaron en San Diego (EE.UU.) los detalles del plan AUKUS (acrónimo en inglés de Australia, Reino Unido y Estados Unidos).

El plan, anunciado en septiembre de 2021 y que comprende la cooperación en tecnología militar entre los tres países, permitirá a Australia adquirir por primera vez submarinos de propulsión nuclear, lo que supone un desafío a la creciente hegemonía de China en la región del Indopacífico.

CRÍTICAS DE CHINA

Al día siguiente del anuncio en San Diego, el portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin, afirmó que «el programa de submarinos nucleares del AUKUS derrocha mentalidad de Guerra Fría y solo servirá para alimentar una carrera armamentística, socavar el sistema de no proliferación nuclear internacional y dañar la paz y la estabilidad regional».

Pekín asegura que la adquisición de Australia vulnera el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), que prohíbe la entrega de armamento nuclear a países que no tengan esta tecnología.

Sin embargo, Washington, Camberra y Londres indican que los submarinos que adquirirá Australia sólo usan energía nuclear como propulsión y no como armamento y, por tanto, no vulnera el TNP.

En cualquier caso, Australia será el primer país sin armas atómicas en adquirir submarinos nucleares, que hasta ahora solo tienen potencias nucleares como Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia e India.

Muy crítico ha sido también Corea del Norte, un régimen con armas atómicas, que ha indicado que se trata de un plan «peligroso» que provocará una «carrera de armas nucleares» y afectará al equilibrio estratégico en la región de Asia-Pacífico, según recoge la cadena BBC.

RIVALIDAD CON CHINA EN EL INDOPACÍFICO

Aunque China no ha sido mencionada en el anuncio del plan, los analistas consideran que trata de contrarrestar la hegemonía de Pekín en el Indopacífico, principalmente debido a la militarización en el mar de China Meridional y la creciente hostilidad hacia Taiwán, la cual las autoridades chinas consideran una provincia rebelde.

India, que mantiene una rivalidad regional con China, no ha expresado oficialmente su apoyo al AUKUS, pero el pasado septiembre respaldó el plan en una reunión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en Viena ante la presentación de un informe en contra por parte de Pekín.

Por su parte, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, expresó el martes pasado su soporte a la adquisición de los sumergibles nucleares tras hablar brevemente por teléfono con Albanese, según explicó el ministro de Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi.

En rueda de prensa, Hayashi indicó que el plan AUKUS contribuirá a la paz y la estabilidad en el Indopacífico, así como a la libertad de navegación en la región.

Similarmente, el Ministerio de Exteriores filipino señaló en un comunicado que el AUKUS contribuirá a la estabilidad en la región, al tiempo que destacó la importancia de que el OIEA vele por que se cumplan los estándares de no proliferación.

Las autoridades de Singapur, otro país del Sudeste Asiático, también han dado en el pasado su beneplácito al plan tripartito de EE.UU., Reino Unido y Australia.

INQUIETUD DE ALGUNOS PAÍSES

Indonesia se mostró esta semana menos reticente que en el pasado, aunque instó a Australia a «cumplir con sus obligaciones» bajo el plan de no proliferación de la OIEA y a someterse a mecanismos de verificación «efectivos, transparentes y no discriminatorios», según un mensaje del Ministerio de Exteriores en Twitter.

En un comunicado, el Ministerio de Exteriores malasio también hizo patente su preocupación el martes, al alertar del riesgo de que «provocaciones» puedan desencadenar una «potencial carrera armamentística en la región».

Camboya ha expresado su preocupación por el plan, mientras que Fiyi, uno de los países insulares más importantes en el Pacífico, respaldó el AUKUS en una visita de Albanese cuando regresaba de Estados Unidos, mientras que Nueva Zelanda ha indicado que no permitirá la entrada de submarinos nucleares en sus aguas.

El plan del AUKUS incluye la adquisición a principios de 2030 de tres submarinos atómicos de la clase Virginia estadounidense, con la posibilidad de adquirir otros dos más, mientras que Australia tiene previsto construir hasta 8 sumergibles nucleares SSN-AUKUS a partir de la década de 2040 en Adelaida.

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