La noticia de cómo el gobernador de Texas, Estados Unidos, Greg Abbott, envió dos autobuses llenos de inmigrantes a la casa de la vicepresidenta Kamala Harris, en Washington, marcó la pauta para que sus homólogos de Florida y Arizona hicieran lo mismo.
A primeras horas de la mañana de este jueves, 15 de septiembre, varios grupos de venezolanos y otras nacionalidades fueron trasladados a la capital estadounidense, según la cadena FOX.
Más de 80 personas fueron movidas desde la Eagle Pass, zona fronteriza con México, hasta el Observatorio Naval en Washington.
Sobre el incidente, el Gobernador de Texas declaró en un programa de la estación de radio KFYO, que: «Si, nosotros los enviamos [a los migrantes] (…) Ella (Kamala Harris), es la dueña de la frontera y creemos que, si ella no bajara a ver la frontera o el presidente Biden, nos aseguraremos que la vean de primera mano…».
También afirmó que «hay más de donde vinieron.
El incidente es una muestra del desacuerdo de los republicanos con la política de inmigración del presidente Biden y los demócratas, tachada de «permisiva y condescendiente con la inmigración irregular».
DeSantis y Doug Ducey se unen
Los gobernadores republicanos Ron DeSantis, Florida, y Doug Ducey, Arizona, siguieron la idea de Abbott de sacar migrantes de sus estados.
En el caso del de Florida, mandó a 50 migrantes en aviones hasta isla de Martha’s Vineyard, Massachusetts, conocida por ser un destino vacacional de famosos.
Ambas aeronaves aterrizaron inesperadamente en el aeropuerto del paraíso vacacional, lo que obligó a los responsables de gestión de emergencias de esta, a movilizarse para darles atención sanitaria, alojamiento y comida, informó The Vineyard Gazette.
«Es un problema humanitario», afirmó el jefe de policía de Oak Bluffs, Jonathan Searle, quien mostró su preocupación por la coordinación con los funcionarios estatales y federales.
Los últimos 4 meses han sido aprovechados por los representantes republicanos para movilizar a migrantes no solo a Washington DC, sino también Nueva York y Chicago (estados demócratas).
Según El Tiempo Latino, unos 1.600 migrantes han llegado a DC, desde Texas, en los cuatro últimos meses.
Respuesta de los Demócratas
Dylan Fernández, senador demócrata, reprochó estas acciones, alegando que se valieron de artimañas para trasladar a las personas.
«Es profundamente repugnante, es una cruel artimaña para manipular a familias que buscan una vida mejor (…) A algunos les dijeron mentiras, que recibirían vivienda y trabajo nada más llegar», dijo Fernández, quien estuvo en Martha’s Vineyard asistiendo en las labores de recepción de las familias.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, advirtió que la ciudad «está cerca de su punto de quiebre», debido a la cantidad de personas enviadas desde el estado fronterizo de Texas.
Por su parte, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, anunció el estado de emergencia pública en la ciudad, a causa de los grupos provenientes de Texas y Arizona.
«Estamos implementando un marco que nos permitiría tener una respuesta coordinada con nuestros socios», agregó Bowser en una rueda de prensa.
Tanta es la magnitud de la movilización de irregulares a la capital que se asignó 10 millones de dólares para una nueva Oficina de Servicios para Migrantes, que estará ubicada dentro del Departamento de Servicios Humanos.
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