EFE
París.- Decenas de venezolanos se concentraron este miércoles en el centro de París para manifestar su apoyo al que consideran presidente legítimo de su país, el presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, y a la «sublevación» que inició el martes.
«No es un golpe, es una sublevación», subrayó en declaraciones a Efe Carlos García García, responsable del portal Resistencia Activa (Venezolanos en Francia), uno de los impulsores del acto, que se celebró en la plaza de la República de la capital francesa.
Ese mismo mensaje fue repetido por todos los que intervinieron, megáfono en mano, que no dudaron en quejarse de que se esté utilizando de forma muy amplia, también en la prensa francesa, el término de «golpe de Estado» como hace el Gobierno de Nicolás Maduro, al que consideran ilegítimo.
García García, vestido con un suéter con los colores de la bandera venezolana, se mostró convencido de que la solución a la crisis que vive su país «tiene que venir desde dentro», pero al ser preguntado sobre qué espera de la comunidad internacional, respondió: «pronunciamientos más claros y acciones más contundentes».
En particular, pidió «una intervención para asegurar unas elecciones libres» y acceso humanitario a la población.
Entre los que tomaron la palabra estuvo el escritor y periodista cubano Jacobo Manchover, que ante Efe defendió la iniciativa de Guaidó porque «no hace más que intentar hacer respetar la legalidad» ya que el suyo es un poder «legítimo».
Manchover afirmó que en este movimiento contra el poder de Maduro «hay que golpear a la cabeza, y la cabeza se encuentra en La Habana» y es Raúl Castro y el presidente cubano, Miguel Díaz Canel.
Interrogado sobre el riesgo de un enfrentamiento civil por el recurso a militares por Guaidó en apoyo de su operación para derrocar a Maduro, reconoció que «claro que (le) da miedo».
Pero al mismo tiempo hizo notar que los chavistas están utilizado los resortes del poder «para quedarse para siempre».
En una línea similar, García García advirtió de que si no es en este momento, tendremos que esperar otros 20 años».
La concentración se había convocado inicialmente para denunciar las condiciones socio-laborales que se viven en Venezuela, y por eso varias de las pancartas hacían referencia al salario mínimo, equivalente a menos de 4 euros.
«Eso es esclavitud», destacó la organizadora, que insistió en que «hoy salir a trabajar en Venezuela es un verdadero acto heroico».
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