Bogotá.- La muerte del periodista colombiano Javier Darío Restrepo, ocurrida este domingo en Bogotá, deja al oficio «huérfano» de un maestro, dijo el director general de la Fundación Gabo, Jaime Abello Banfi.
«Él nos deja huérfanos por su bonhomía, por su conocimiento periodístico y por su sabiduría. Era un hombre de una nobleza extrema que está ligado a la historia de la Fundación Gabo», manifestó Abello a Efe.
Restrepo, nacido en 1932, era considerado un maestro por generaciones de periodistas colombianos que aprendieron de él su pasión por el oficio y lo admiraban como referente ético, virtud que recordó hoy el director de la Fundación Gabo.
«Javier Darío Restrepo se había especializado en esto de la ética de una manera incomparable, en el mundo era posiblemente el mayor experto, y además lo hacía con una inteligencia natural, tenía claridad», manifestó.
Abello recordó que Restrepo «insistía en que la ética era eminentemente personal», algo que volvió a decir el pasado viernes por la tarde en Medellín donde presentó en la séptima edición del Festival Gabo su último libro, «La constelación ética», publicado por la Fundación.
Allí subrayó «que los códigos de ética no podían reemplazar el criterio y la toma de decisiones personales, pero al mismo tiempo que era necesario debatir y compartir», dijo Abello a Efe.
«Y eso fue lo que hicimos en la Fundación Gabo con él por muchos años, no para que fuera una versión de una ética punitiva o castigadora sino una ética pedagógica», añadió.
Al hablar de los vínculos del periodista fallecido con la Fundación Gabo, Abello señaló que en 1994, cuando trabajaba con el nobel Gabriel García Márquez en la creación de esa institución, llamada originalmente Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), «identificamos que Javier Darío Restrepo tenía que hacer parte de ella».
Esa colaboración tomó forma en 1995 cuando hicieron el primer taller, una dinámica que se prolongó por 24 años y que tuvo su último capítulo hace dos días en el séptimo Festival Gabo en Medellín.
«En el 2000 creamos el Consultorio Ético en línea que él lo manejó hasta ahora, hasta que murió; era miembro del Consejo Rector de la Fundación y en 2014 ganó el Premio Gabo a la Excelencia Periodística», afirmó Abello.
El director de la Fundación Gabo recordó que Restrepo era una persona intachable, «era un hombre laborioso, generoso y un gran viajero, por cierto».
«Siempre estuvo atento a resolver dudas de los colegas, era muy servicial en ese sentido», concluyó.
Restrepo, ganador de numerosos premios, comenzó su dilatada carrera en 1957 y dedicó 27 años de su vida profesional a la televisión, 18 de los cuales trabajó como reportero del noticiero «24 Horas».
También fue columnista de los diarios El Tiempo, El Espectador y El Colombiano y El Heraldo, entre otros, así como catedrático de la prestigiosa Universidad de los Andes.
Otros periodistas y asociaciones colombianas también lamentaron el fallecimiento del maestro, de quien coinciden en exaltar sus enormes virtudes como persona y como periodista.
«Tristeza inmensa. Murió el amigo incondicional, el guía, el faro, el humanista, el escultor de las palabras, el filósofo, el abuelo sencillo, el pensador, el ser humano integral: Javier Darío Restrepo», manifestó en Twitter la periodista María Teresa Herrán.
Por su parte, el director de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), Pedro Vaca, destacó que Restrepo «obró hasta el último día de su vida como faro del periodismo».
«En un país donde la prensa muchas veces desprecia la rigurosidad, él reflexionaba sobre la ética», afirmó.
EFE
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