Pekín, China. Una Argentina de juego tan espectacular como efectivo disputará este viernes el pase a la final del Mundial de baloncesto de China contra Francia, la selección que dejó en la estacada de los cuartos de final a la vigente campeona, Estados Unidos.
Liderados por los bases del Real Madrid Facundo Campazzo y Nicolás Laprovittola (nombrado mejor jugador de la ACB este año), la Albiceleste, que alcanza la semifinal invicta, imprime a los partidos un ritmo trepidante desde el salto inicial.
Patricio ‘Pato’ Garino y el también madridista Gabriel Deck representarán el principal peligro en el perímetro para los franceses, mientras que bajo el tablero se toparán con la expedición de Marcos Delía y la inteligencia, veteranía y efectividad de Luis Scola.
En la web de la FIBA, la foto en el perfil del equipo argentino, Scola aparece duplicado en un aparente error, pero sus números dan la razón a la imagen: Scola, a sus 39 años, vale por dos.
El veterano pívot de la albiceleste ha promediado en el Mundial 17,8 puntos (con un 40 % de acierto desde la línea de tres) y 7,3 rebotes.
Por su parte, Francia, que fue bronce en el Mundial de España en 2014 y en el Eurobasket del que fue anfitriona un año después, llega a semifinales con un solo tropiezo, ante Australia en segunda ronda, pero sobre todo con la hazaña en su historial de haber sacado del campeonato a la vigente campeona y una de las favoritas, EE. UU.
Aunque ya no cuentan con el todopoderoso base Tony Parker al mando del equipo, ‘les Bleus’ no parecen echarlo de menos en demasía: el protagonismo francés lo ha asumido el escolta de los Orlando Magic Evan Fournier, con sus 21 puntos, 3,8 rebotes y 3,7 asistencias por partido en lo transcurrido del torneo.
Los números del veterano escolta del Fenerbahçe Nando de Colo tampoco le van a la zaga, con 17 puntos y 3,3 asistencias de promedio, por no mencionar el peligro de Amath M’Bayer desde la línea de tres (un 60 % de acierto) o la efectividad del alero de los Charlotte Hornets Nicolas Batum.
Bajo los aros, el pívot de los Utah Jazz Rudy Gobert (12,7 puntos y 9,7 rebotes de media por partido) y el ‘cinco’ de los Boston Celtics Vincent Poirier se encargan de imponer respeto en una de las plantillas más altas del torneo: 2,02 metros, frente a los 1,96 de Argentina.
Si algo destila el juego de Francia es potencia.
Así las cosas, el duelo entre las selecciones que eliminaron en cuartos a las dos grandes favoritas (Serbia, por parte argentina, y EE. UU., por la francesa) se presenta como una lucha anticipada por el trono mundialista al que, en la otra parte del cuadro, aspiran España y Australia.
EFE
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