Caracas. La venezolana Leslie Romero, de 21 años, ha ganado todas las competiciones de escalada que se le han puesto por delante, pero un muro se le interpone ante su sueño de representar a su país en Tokio 2020: las dificultades para conseguir financiación.
«Lo más reciente e importante fue en 2018, que tuve el tercer lugar en la modalidad de velocidad en el campeonato panamericano sénior y el quinto lugar en modalidad combinada, que es la nueva modalidad olímpica. Fue mi primer campeonato adulto», explicó Romero.
La modalidad combinada de escalada es una de las nuevas disciplinas que se han incluido para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y se compone de una competición que mezcla dificultad, velocidad y búlder.
Para llegar hasta allí, Romero debe tener una buena preparación y clasificar en el próximo campeonato panamericano en Los Ángeles, un encuentro previsto para el 24 de febrero al 1 de marzo, así como una base de preparación previa para ese campeonato.
Y allí está el mayor muro al que se enfrenta.
UNA PARED VERTICAL
«Los recursos son el principal impedimento. Hemos tenido muy poco apoyo de parte de entes gubernamentales. Tenía que hacer una base de preparación para estar mejores condiciones (porque) solo dan un cupo y solo hay un chance (oportunidad). Hay que estar en el tope máximo para lograr la clasificación», explica la escaladora.
La cantidad que necesita es «para comida, transporte interno (en EE.UU.), boletería aérea y pago de gimnasio», ya que tiene cubierto el hospedaje en Los Ángeles gracias a la colaboración de un centro deportivo dedicado a la escalada.
El Comité Olímpico Venezolano se comprometió en diciembre a financiar a la delegación de escalada, pero como previsión, Romero ha abierto una colecta a través de una página web de micromecenazgo colectivo.
Ya en 2019 no asistió a ninguna competencia «porque no tenía recursos, aunque era un año fundamental para la preparación».
«En cierta parte me siento en desventaja porque toda la gente que va a Los Ángeles ha hecho las competencias de 2019», dice.
Precisamente por ello, tuvo que entrenar más y le sirvió para «madurar como atleta».
SUEÑO OLÍMPICO
Le llaman «arañita» porque su especialidad es la velocidad -«la agilidad con la que subo la pared es increíble», dice- y, de hecho, para subir una pared homologada de 15 metros con 10 grados de inclinación tiene un récord personal de 7,57 segundos y el récord mundial está en 6,99.
Cuando tenía 6 años, su padre la llevó a un gimnasio para hacer gimnasia rítmica, pero allí se encontró con una pared de escalada que le llamó la atención porque nunca había visto algo igual, así que dijo que quería practicar y le dieron una semana de prueba.
Hasta hoy, cuando Romero ve en la escalada «un deporte donde no existe el tope, siempre hay un objetivo más».
En cuanto anunciaron que la escalada debutaría como deporte olímpico en Tokio 2020, Romero decidió que iría: «Es el sueño de todo atleta. Y tener esa oportunidad fue lo que me inspiró a prepararme para lograr la clasificación y hacer historia en el mundo de la escalada en Venezuela».
De clasificar, quiere «inspirar a las personas» bajo la premisa de que no importan las condiciones o situaciones adversas que se viva: todo se puede lograr.
Y la preparación de Romero para su desafío es distinta, «cambia el repertorio de movimientos y la apertura de las vías».
Ahora se entrena cuatro días y descansa uno. En cada jornada hace tres sesiones de entrenamiento, según explica.
SELECCIÓN ESPAÑOLA
Romero tiene doble nacionalidad y se plantea últimamente hacer el proceso para representar a España en las competiciones porque, según comenta, le ha faltado apoyo de Venezuela.
«No solo por clasificarme o no, sino por todo el trayecto deportivo que también quiero (…) tantas cosas que quizás aquí no tenga la oportunidad por la misma falta de recursos», apostilla.
Ha hablado ya con el seleccionador de escalada de España, David Macía, a quien considera como «un buen entrenador» y este le ha dicho cuáles son «los requisitos para estar dentro de la selección».
«Me he puesto en contacto para ver cómo fluye y ver qué decisión voy a tomar», explica, y añade que mientras dure el proceso de adquirir la nacionalidad, que puede alargarse hasta dos años, no puede competir.
Romero es ambiciosa: «Quiero ganar campeonatos mundiales, copas del mundo, quiero incluso romper récords mundiales de velocidad y poco a poco he ido consiguiendo cada objetivo».
Para ello, tiene una motivación clara, la de «inspirar a los demás» y «más que ganar una medalla» conseguir «transmitir el mensaje del esfuerzo» que hace falta para llegar a lo más alto del deporte mundial.
«El mensaje que le puedo dar a los niños y a esas personas que necesitan un empujoncito para lograr lo que quieren», concluye.
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!