A veces los sueños se cumplen por complicados que parezcan, como el que vivió el danés Kasper Asgreen (Soudal Quick Step) levantando los brazos como vencedor de la decimoctava etapa del Tour de Francia disputada entre Moûtiers y Bourg-En-Bresse, de 184,9 km, en la que se mantuvo de líder otro danés, el maillot amarillo Jonas Vingegaard. Un triunfo agónico, con intriga hasta el último metro, pero muy merecido para Kasper Asgreen (Kolding, 28 años), ya que los cuatro fugitivos del día a punto estuvieron de ser cazados por el pelotón en los últimos 20 metros. Resistieron todo el día al frente, y el danés rubricó su primera victoria en el Tour, con un tiempo de 4h.06.49, a una media de 44,9 km/hora. Asgreen, un clásicómano de alto nivel, ganador del Tour de Flandes, E3 Harelbeke y Kuurne Bruselas entre otras pruebas, hasta sumar 14 en su carrera, superó sobre la línea a sus compañeros de aventura, el francés Pascal Eenkhorn (Lotto Dstny) y el noruego Jonas Abrahamsem (Uno X). Llegaron tarde los esprinters puros, les falló el GPS y se quedaron a las puertas de la fiesta, sin baile. Cuarto puesto para el favorito Jasper Philipsen, el maillot verde con la miel en los labios, seguido del danés Mads Pedersen. Se metió en la pelea el español Alex Aranburu, pero el ciclista del Movistar solo pudo ser decimocuarto. Día de transición también en la general. Vingegaard empezó el camino triunfal hacia París con alfombra roja. Su ventaja de 7.35 minutos sobre Tadej Pogacar le permite vivir con una permanente sonrisa. El podio lo cierra Adam Yates a 10.45. Carlos Rodríguez, a la espera de la etapa de montaña del sábado, es cuarto a 12.01.
VAN AERT VIO LA ETAPA DESDE SU CASA
Tras la tempestad en los Alpes, llegó la calma, jornada de transición entre Moûtiers, en el corazón del Valle D’Isére, y Bourg-En-Bresse programada de antemano para la fiesta de los velocistas, castigados todos en las recientes etapas de montaña. No tomó la salida uno de los favoritos en las llegadas masivas, Wout Van Aert (Jumbo), quien puso rumbo a Bélgica para asistir al parto de su mujer. Sin triunfo de etapa, sin maillot verde y con su jefe Jonas Vingegaard como virtual ganador del Tour, el campeón belga se fue «donde ahora más me necesitan». Sin Van Aert la carrera se animó igualmente con una escapada de tres hombres, Kasper Asgreen, Abrahamsen, un excicloturista ganador d L`tape by Tour, y Campenaerts, exrécord de la hora, a quienes se unió más tarde Eenkhoorn (Lotto). Al paso por Chambéry (km 56), aún en Saboya, 1 minuto de ventaja. Una fuga quijotesca, pues los caballeros rodantes salieron pronto de la guarida, controlados a tiro de piedra todo el día. En principio, con más ilusión que posibilidades de éxito. El pelotón no se inmoló por el peligro que los fugados. El orden se alteró en el esprint intermedio de Saint-Rambert-en-Bugey (km 132,9), por donde pasó en cabeza Philipsen por delante de Coquard y Meeus. Un ensayo serio del maillot verde belga ante la posible llegada de Bourg-En-Bresse.
LA FUGA GANA AL PELOTÓN, ASGREEN VICTORIOSO
El protocolo del esprint se activó a 25 km de meta, con algo de preocupación porque la fuga se resistía más de lo calculado. El cuarteto estaba cerca, pero se luchaba con uñas y dientes. Todos los equipos implicados se movían en cabeza con sus mejores rodadores, persiguiendo, recortando tiempo…ya los tenían cerca, a 27 segundos, a 13 de meta. Pasó al frente el Lidl Trek de Pedersen, tomó la batuta después el Soudal con Alaphilippe, más para frenar que para cazar, y que su compañero Asgreen iba por delante por la etapa. También se implicó el Jumbo, con Vingegaard cerca de la cabeza de pelotón. A 3 de meta, los hombres de la general desaparecieron de la zona caliente para evitar riesgos. No estaba claro que llegara la fuga, tampoco que fueran neutralizados. Resistir o morir en la orilla. Más emoción imposible. Se desató el esprint con el Alpecin lanzando a Philipsen, ganador de 4 etapas y candidato al repóker, pero los cálculos fallaron esta vez. Todos contra 4, y ganó la minoría. A veces suceden estas cosas. Asgreen se puso el cuchillo entre los dientes, se volcó por la victoria y s encontró con ella. Por un pelo, pero doblemente rica. La valentía de la escapada dese el km 0 mereció la pena. Otro gran día para los daneses. Etapa y maillot amarillo bien amarrado. Este viernes se disputa la decimonovena etapa entre Moirans-En-Montagne y Poligny, de 172,8 km, perfil ondulado apto para una fuga, y si los esprinters aguantan, el triunfo lo pueden discutir entre ellos. En el trayecto dos únicas dificultades, la Cota du Bois de Lionge (4a) y la D’Ivory (3a).
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