Los padres y representantes de la Escuela Alta Vista Sur levantan su voz en medio de una crisis que amenaza la educación de sus hijos.
Desde diciembre del año pasado, la falta de suministro eléctrico ha sumido a la institución en la oscuridad, impidiendo el desarrollo académico de los estudiantes.
Los miembros de la institución comentaron que a pesar de que la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) identificó la solución y valoró la intervención en 400 dólares para reemplazar el tablero eléctrico, la situación persiste.
Escuela Alta Vista Sur en estado de abandono
«La institución se encuentra en un estado de abandono generalizado, afectando no solo la calidad educativa, sino también el bienestar de la comunidad estudiantil», indicó un miembro del personal de la institución, quien pidió mantener su identidad en anonimato.
Asimismo, expresó su profunda preocupación ante el evidente descuido que sufren tanto la Escuela Alta Vista Sur I cómo la II.
Según el personal, durante el 2023, la Alcaldía realizó múltiples inspecciones a las instalaciones, sin embargo, la precariedad de las mismas persiste, lo que resulta en un entorno inadecuado para el desarrollo de los estudiantes.
«La falta de baños adecuados, iluminación, áreas deportivas en condiciones dignas y mantenimiento del entorno representan solo una parte de los desafíos que enfrentamos a diario», sostuvo.
Además, destacó la difícil situación de los trabajadores de mantenimiento, quienes no reciben el pago correspondiente por sus labores, agravando aún más la crisis que enfrenta la institución.
Crítica situación
Carmen Martínez, representante de la institución, resaltó la crítica situación, destacando el insoportable calor al que se ven sometidos sus hijos, especialmente en el turno de la tarde.
«La falta de condiciones higiénicas en los baños y la escasez de recursos básicos para el funcionamiento cotidiano de la escuela son problemas que requieren atención inmediata», puntualizó.
Del mismo modo, precisó que esté llamado desesperado a las autoridades gubernamentales insta a una pronta intervención para atender las condiciones deplorables en las que se encuentran la institución educativa.
«La educación de nuestros hijos está en juego, y es responsabilidad del Estado garantizar un entorno propicio para el aprendizaje y el bienestar de toda la comunidad estudiantil. Ya es hora de actuar», concluyó Martínez.
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