Berlín, Alemania. Ni el trío de superestrellas de la NBA formado por el griego Giannis Antetokounmpo, el esloveno Luka Doncic y el serbio Nikola Jokic ni la exuberancia física de Francia. La gran protagonista del Europeo de baloncesto fue la selección española, un equipo de futuro que también gana contra todo pronóstico en el presente.
«Somos un equipo en construcción». Esa es una de las expresiones que más se han repetido públicamente en el seno de la Federación Española de Baloncesto (FEB) durante el Eurobasket.
Y, pese a ello, un grupo con hasta siete debutantes y sin estrellas diferenciales se colgó en Berlín el oro del Eurobasket, el cuarto en la historia de la selección y, seguramente, el más inverosímil de todos los que ha ganado.
No era gran favorita
Antes del inicio del campeonato, la Roja partía como la octava favorita en los pronósticos. Pocos apostaban por el oro. Sin los hermanos Gasol, ya retirados, ni Ricky Rubio, estrella indiscutible y MVP del Mundial del 2019, la selección afrontaba el Europeo sin nada que perder, pero cargada de prudencia y con muchas dudas.
España, sin embargo, lo volvió a hacer, dando la razón al mensaje publicado tras el triunfo en los octavos de final contra Lituania por la cuenta de Twitter del Eurobasket, que adaptó la mítica cita del exfutbolista inglés Gary Lineker: «El baloncesto es un juego simple. Diez hombres persiguen un balón durante 40 (45) minutos y al final siempre gana España».
La pizarra mágica de Sergio Scariolo, la experiencia de Rudy Fernández, el talento del base nacionalizado Lorenzo Brown, el liderazgo ofensivo de Willy Hernángomez -designado mejor jugador del campeonato- las exhibiciones defensivas de Alberto Díaz o el paso al frente de Juancho Hernangómez, clave con sus 27 puntos en la final.
Conjunto por encima de individualidad
Estos podrían ser algunos de los nombres propios del éxito de la selección, pero por encima de todos ellos el espíritu de equipo se ha erigido en la gran estrella del equipo. El conjunto por encima de la individualidades.
Scariolo ha confeccionado un equipo de autor en el que todos aceptan sin rechistar su rol, algo impensable cuando dirigía a una constelación de estrellas capitaneada por los Gasol, Juan Carlos Navarro y compañía.
«Para mí, honestamente, era más duro antes, cuando tenías jugadores de mucho más talento, personalidad, acostumbrados a ser las estrellas de sus equipos a las que había que decirles: tú hoy juegas cinco minutos, hoy juegas sólo para defender, o para poner un bloqueo. Para mí eso era más difícil. Aquí la gestión ha sido sencilla», reconocía el técnico de Brescia tras la final.
Bloque granítico y solidario
Scariolo ha comandado un bloque granítico y solidario al que, contra todo pronóstico, no le tembló la mano en los partidos decisivos del campeonato con varias remontadas incluidas ante Lituania (102-94) en los octavos de final o Finlandia en los cuartos (100-90), y sin miedo a la presión de jugar con el público en contra en la semifinal ante Alemania (91-96).
Con un equipo que no supera los 27 años de media a pesar de contar con los 37 años de Rudy Fernández y sin tener una estrella en sus filas, España terminó el campeonato como el quinto mejor ataque de la competición (90,3 puntos por partido) con un 48% de acierto en tiros de campo y se convirtió en el equipo que más rebotes ofensivos capturó (14).
Aunque si algo destacó por encima de todo fue la defensa. En un Europeo en el que los ataques fueron protagonistas, España encajó una media de 79,8 puntos en los nueve partidos que disputó. El resultado: una única derrota en todo el campeonato, contra Bélgica en la fase de grupos.
Sello defensivo para titularse
En la final, el libreto de Scariolo y sus ayudantes, que cuenta con más de 80 sistemas, fue capaz de desconectar en la zona al pívot Rudy Gobert, que solo anoto seis puntos y capturó el mismo número de rebotes. Francia perdió 19 balones, una muestra más del plus que le da a la selección contar con el italiano como técnico.
El próximo año en el Mundial que tendrá lugar en Japón, Filipinas e Indonesia el equipo de autor de Scariolo defenderá el cetro Mundial. El seleccionador podría recuperar a ilustres como Ricky Rubio y Sergio Llull. De momento, ya cuenta con jugadores jóvenes que ya saben lo que es ganar una medalla de oro en un campeonato grande.
Efe deportes
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