Bajar de peso a riesgo de causar efectos secundarios en el organismo no es recomendable en ningún caso, y los especialistas están advirtiendo sobre esto debido a que ciertos medicamentos desarrollados para la secreción de insulina en pacientes diabéticos, los están utilizando personas sanas para perder kilos de más.

Los especialistas alertan que pueden tener un efecto de pérdida de peso porque son medicamentos de clase agonista, que son unas sustancias con las que se imita una hormona que regula el apetito y los niveles de glucosa en la sangre.

Expertos señalan que los efectos adversos van desde parálisis estomacal hasta una pancreatitis, pero también obstrucciones intestinales. Otras secuelas son cambios en la vista, problemas renales (insuficiencia renal), problemas de la vesícula biliar y reacciones alérgicas graves.

Algunos de los que se están empleando como método para bajar de peso en Estados Unidos y países europeos son el inyectable Ozempic y su versión de dosis alta conocida como Wegovy. Sin embargo, no son los únicos que existen, también están el Mounjaroq, que es un inyectable; la Metformina, de uso por vía oral; Rybelsus, que gestiona el azúcar en sangre, y Victoza, entre otras presentaciones.

Lo más preocupante de todo esto es que con la obsesión por adelgazar recurriendo a estos fármacos, se pueden no obtener los resultados esperados, sino efectos secundarios, porque no todos los fármacos tienen la misma respuesta en los organismos.

Se debe considerar también que estos medicamentos por lo general causan signos muy desagradables como náuseas, diarrea, dolor abdominal y hasta vómitos, y suelen ser productos muy costosos.

Pacientes diabéticos preocupados

Agencias internacionales citan estudios cuyos resultados argumentan ser positivos para la reducción del peso corporal en una tasa media de casi 15% del peso en un tiempo estimado de 68 semanas.

Sin embargo, estos fármacos no están indicados para personas que no tengan diabetes tipo 2. En el caso de Ozempic, un inyectable recargable que estimula la producción de insulina y reduce la glucosa en el hígado, puede causar una condición severa de hipoglucemia si se consume con otros fines.

En naciones como España ya hay problemas de abastecimiento en farmacias por la alta demanda que están teniendo estos medicamentos.

En la zona de Europa también ha aumentado la preocupación en pacientes diabéticos tipo 2 por lo difícil que se ha hecho conseguir estas marcas que les son indicadas, pero que están siendo compradas en masa con fines adelgazantes.

Españoles han relatado, según recogen medios locales, que realizan un peregrinaje durante semanas por las diferentes farmacias para poder comprar algunos de los medicamentos. Aseguran que los jóvenes de 20 años y hasta personas de más de 50 años se han involucrado en este fenómeno médico-social.

Asimismo, se ha reportado que estos productos no diabéticos pueden significar la pérdida de masa muscular, cosa que podría llegar a ser un asunto grave en países como EEUU, donde se estima que en unos 10 años al menos el 7% de la población estará recurriendo a estos fármacos.

Hábitos de consumo

Otras investigaciones reflejan que esta tendencia ha resultado en cambios de hábitos en ciudadanos estadounidenses, por ejemplo, porque han reducido la compra de grandes cantidades de calorías debido a que están ingiriendo los fármacos diabéticos para perder peso y, por ende, menos alimentos.

Por otra parte, otra de los problemas que encierra este entramado y controversia es el hecho de que en países de la Unión Europea y el Reino Unido han denunciado la falsificación de los medicamentos. Algunos de los inyectables vienen en forma de bolígrafos y están siendo etiquetados con códigos falsos con el nombre de los fármacos.

Rostro flácido

Los riesgos de esta práctica van más allá porque también se pueden manifestar en el rostro. Ahora se ha hecho común la llamada cara Ozempic, una condición en la zona facial que lo hace ver más flácido.

Médicos en estética han explicado que la tendencia a la pérdida drástica y rápida de peso no permite que el tejido conectivo de la piel tenga el suficiente tiempo para contraerse. Esto provoca un rostro flácido que puede implicar recurrir al bisturí.

En Hollywood personalidades públicas como el empresario Elon Musk, propietario de SpaceX y X, anteriomente conocida como Twitter, han recurrido a ella.

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