Tiziana Polesel, segunda vicepresidenta de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), ha expresado su preocupación por la elevada carga fiscal que enfrentan las empresas en Venezuela, lo que dificulta la transición de la informalidad a la formalidad.
En su intervención, Polesel señaló que el consumo en Venezuela se encuentra en niveles bajos y subrayó la necesidad de abordar los dificultades relacionadas con los servicios públicos.
Resaltó que las deficiencias en el suministro de combustible, electricidad, gas y agua persisten en el interior del país, lo cual no solo representa un obstáculo para los empresarios sino que también deteriora la calidad de vida de las comunidades.
Además, hizo hincapié en que la falta de acceso a créditos está impactando negativamente a los empresarios venezolanos, calificándolo como uno de los problemas más significativos.
Por otro lado, Polesel criticó la gran presión fiscal que soportan las compañías y comercios venezolanos, desmintiendo la creencia de que en Venezuela no se pagan impuestos significativos. Argumentó que esta situación reduce la competitividad en materia de exportación y disminuye la optimización de los precios.
Aclaró que muchas empresas se mantienen operativas por su compromiso con el país y en espera de tiempos más favorables, aunque muchas de ellas no son rentables actualmente.
La introducción de impuestos adicionales, como el impuesto a las pensiones, agrava aún más esta situación.
Finalmente, Polesel afirmó que numerosas empresas optan por permanecer en la informalidad debido al elevado número de impuestos que deben enfrentar.
Subrayó que las empresas informales presentan un crecimiento limitado y no pueden registrar su identidad, y reiteró que muchas desearían formalizarse si no fuera por la prohibitiva carga fiscal.
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