Privas, Francia. El británico Adam Yates se dirigía a su hotel cuando la organización le llamó para anunciarle que era el nuevo líder del Tour de Francia, tras la sanción impuesta al francés Julian Alaphilippe por avituallamiento indebido.

Yates está acostumbrado a este tipo de incidentes. En 2016 el jurado le había designado como maillot amarillo después de que su compatriota Chris Froome cayera en el ascenso al Mont Ventoux e hiciera una parte del trayecto andando.

Durante unos minutos, el jurado barajó penalizar a Froome, lo que hubiera dado a Yates el liderato de la carrera. Pero finalmente no sancionaron al primero, lo que le situó como segundo de la general.

Yates, de 28 años, que ya fue cuarto en aquella edición del Tour, en la que acabó como mejor joven, restó importancia a este asunto, aunque afirmó que lo lucirá este jueves para evitar una multa y señaló que intentará defenderlo.

En Orcières-Merlette «traté de ganar el maillot amarillo, pero la subida no era suficientemente dura para mí. Mañana será más difícil, pero no estoy aquí para ganar la general, mi objetivo es ganar más etapas y mañana lo voy a intentar de nuevo», comentó.

«No va a cambiar nada que vaya de amarillo, el planteamiento será el mismo, es una etapa llana y no habrá más historia hasta el final», indicó.

EFE noticias

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