Gilbratar. El crecimiento de la promotora Matchroom Boxing, a cargo de Eddie Hearn, ha sido más que evidente en los últimos años. A dos días de la revancha entre Alexander Povetkin y Dillian Whyte este sábado, se avisora otra gran velada con Gilbratar como un sitio inédito para el boxeo.
El proyecto de Hearn, siguiendo los pasos de su padre Barry, inició con el Reino Unido como centro de operación pero su mentalidad principal fue expandirse de una forma nunca antes vista y contribuir con el boxeo mundialmente. Los proyectos de Matchroom han ido desde lo más tradicional hasta lo más arriesgado y se han enfocado de llegar a nuevos destinos con eventos vistosos como el que tendrán este sábado en medio del mar.
Pero no es la primera vez que la empresa británica y Hearn impactan al mundo de esa forma. Vale la pena destacar el Matchroom Fight Camp que se llevó a cabo en el propio jardín de la casa de la promotora, en Brentwood, y que sirvió como burbuja para poder hacer boxeo en medio de la pandemia y darle un gran impulso al deporte en momentos duros.
Sus recurrentes carteleras en Estados Unidos han sido un gran complemento al ya nutrido mercado norteamericano y han destacado con veladas como la del pasado 15 de agosto en plenas calles de Tulsa, Oklahoma City.
Hearn también se ha dado a la tarea de promover a peleadores de todo el mundo como Hiroto Kyoguchi, quien hizo su debut en América de la mano de la empresa, y fue clave en el regreso del “Canelo” Álvarez cuando la actividad de la máxima figura del boxeo se veía amenazada por diferencias legales.
Redacción SNPD con
información de prensa AMB
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