La calle Mariño, parroquia Simón Bolívar, era una de las más transitada en tiempos pasados, por la misma circulaba el transporte público, era la entrada y salida de la zona comercial de San Félix.
Son muchos los tubos de aguas blancas fracturados, el preciado líquido corre las 24 horas del día por esta importante arterial vial.
Los huecos hacen imposible el libre tránsito automotor, los carros que circulan por la calle sufren deterioro y sus propietarios se quejan, porque se ven obligados a maniobrar para evitar daños en sus automóviles.
El problema se ha vuelto crítico y perjudica tanto el tránsito como la calidad de vida de los residentes.
Vecinos del sector La Unidad y San Rafael, denuncian el abandono en que se hallan ambas comunidades, “el problema no solo son los huecos y botes de aguas blancas, también, la basura se acumula en algunos puntos de las calles porque el aseo urbano no pasa”, apuntó Carlos Gutiérrez.
No responden
Comerciante de uno de los locales que aún funcionan en la prolongación de la calle Mariño, asegura que demasiadas llamadas a la VenApp, denunciando las fugas de aguas, deterioro de la calle, basura y apagones eléctricos y no reciben respuestas.
Las alcantarillas de la calle colapsaron, otras tienen las rejas de hierro deterioradas, ya han roto neumáticos a los carros, situación que representa pérdidas a sus propietarios.
El paso automotor se hace imposible, en la vía que sigue al semáforo, en donde un inmenso hueco a surgido, provocando el hundimiento de la calzada, situación que se convierte en un peligro para los transeúntes.
Después de las siete de la noche, todo se convierte en boca de lobo, la falta de alumbrado en los postes, solo favorece a los delincuentes que azotan la zona.
Perjudicados exhortaron al alcalde de Caroní, Tito Oviedo, Ángel Marcano, gobernador del estado Bolívar, presidente de Hidrobolívar, ingeniero Daniel Valenzuela y representantes de Corpoelec, para que rescaten esta importante arterial vial.
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