La Unidad Educativa «Teresa de la Parra», ubicada en el sector 2 de Buen Retiro, San Félix, ha tenido que reducir su matrícula en los dos últimos años escolares debido a la decadencia de la infraestructura.
Los malhechores del sector han asaltado en reiteradas ocasiones el centro educativo, según testimonios de los propios trabajadores.
Entre sus declaraciones, mencionaron robos de láminas de zinc que corresponden a las aulas, y todo el cableado de energía eléctrica. La poca luz que entra a los salones es propia de la naturaleza.
La escuela no es solo un espacio de aprendizaje para niños y jóvenes, sino también el refugio donde pasan más tiempo después de casa. Por esa razón, autoridades del centro educativo piden a las autoridades su consideración para reparar la infraestructura.
Betzaida Valdivieso, docente de la institución, explicó para Nueva Prensa Digital que mejorar la infraestructura del centro educativo es algo que ella ve como prioridad.
«Desde hace tres años tenemos tres aulas de la institución sin techo, debido a que los amigos de lo ajeno se metieron en la institución y se los llevaron. Ya ha pasado bastante tiempo desde eso y las autoridades no nos han solventado», aseveró Valdivieso.
Servicios básicos
La docente que tiene más de 20 años prestando servicio en la institución, dijo que cuentan con agua potable, gracias a otro centro de educación que les brindó una ayuda con unas tuberías nuevas.
Por otra parte, mencionó que el servicio eléctrico es algo que se ha «escapado de las manos», y que en el tiempo actual solo un aula cuenta con corriente eléctrica.
Agregó que otro de los problemas es la maleza que se encuentra bastante alta, llegando a cubrir a una persona.
«Mayormente los mismos representantes colaboran en la limpieza del colegio y la maleza, sin embargo crece muy rápido», destacó.
Asamblea permanente
526 alumnos hacen vida en la Unidad Educativa «Teresa de la Parra», y 15 docentes distribuidos en cada aula. Esta población educativa es quien vive la situación de precariedad; aseguran que es debido a la misma falta de planificación gubernamental que existe en la región.
Las docentes aprovecharon para manifestar su descontento, y por el cual han mantenido una asamblea permanente interdiaria.
«Los martes y jueves estamos en asamblea, logrando que nos cancelen lo que nos deben. Estamos en una situación económica bien difícil, y nosotros también merecemos un sueldo digno para continuar educando», concluyó Valdivieso.
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