Se estiman alrededor de 90.000 estudios científicos los cuales advierten que el cambio climático está ocurriendo en la Tierra como resultado de la actividad humana.
Efectos como el aumento en la temperatura, lluvias más frecuentes, o la ausencia de las mismas, son de los más evidentes, sin embargo, son difundidos videos, publicaciones y noticias que niegan que esto ocurra.
«La gran mayoría de las narrativas falsas difunden mensajes que ponen en duda la existencia del cambio climático, que la humanidad es la causante del cambio climático y eso lleva a la inacción de la ciudadanía. Estos mensajes son renuentes a la evidencia científica, pero son muy potentes» informó Fermín Koop, periodista argentino especializado en la cobertura de cambio climático, en una entrevista para Efecto Cocuyo.
Difusión
Una persona pasa 145 minutos al día en su celular, lo que corresponde a 2,4 horas diarias, así lo demuestra un informe del Global State of Digital, con lo que se vuelve más propenso a toparse con noticias falsas.
La red social que más tiempo consume es Youtube, además, en donde con cualquier búsqueda es posible encontrar videos que hablan sobre que no es necesario abandonar al petróleo como fuente de energía en el mundo y que la pérdida de hectáreas de la Amazonía por la deforestación es posible recuperarlas en algunos años. Cada mensaje falso tiene un elemento en común: no cuentan con evidencia científica.
La mayoría de los informes que hay sobre el tema están escritos en inglés por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Ipcc), tienen más de 400 páginas y usan un lenguaje especializado, lo que dificulta el acceso a la
ciudadanía que se enfrenta a la desinformación y no conoce las explicaciones sobre qué es el cambio climático y su impacto en la vida de cada individuo y como colectividad.
Las horas de videos explicativos que incentivan las dudas sobre si existe o no el cambio climático, son de más fácil acceso que la evidencia científica realizada por biólogos, geógrafos, físicos y climatólogos. Sobre todo, en una sociedad como la venezolana que se informa mayormente a través de las redes sociales.
«Es común que cuando le preguntas a alguien que dónde se enteró de algo, responda que en Instagram. En Venezuela tenemos una red muy importante de noticieros falsos en Instagram, que luego distribuyen esos mismos falsos contenidos de forma coordinada en Twitter y en YouTube. Esos son los canales que más se usan para esparcir rumores, desinformación u odio en las comunidades» explicó Adrián González, director de la organización Cazadores de Fake News, en una entrevista con Efecto Cocuyo.
La organización Cazadores de Fake News trata algunos reportes que muestran videos donde se evidencian derrames petroleros, pero que las fechas no corresponden al hecho. Más tarde, se comprobó que sí ocurrió una fuga de petróleo en las costas venezolanas, con la ayuda de imágenes satelitales.
Problema
Dentro de las redes sociales existen, en gran medida, videos falsos que circulan debido a actores interesados en que la ciudadanía no cambie sus rutinas diarias.
«En América Latina todavía no se entiende a la desinformación climática como un problema. En los Estados Unidos y Europa hay análisis sobre el rol de las empresas de combustibles fósiles que destinan dinero para campañas de desinformación en numerosos países» sostuvo Koop.
Si bien, por un lado hay quienes difunden estas campañas para distraer a la población del problema, hay otras industrias que engañan o exageran sobre su compromiso real con el medioambiente (denominado en inglés como greenwashing).
También, hay políticos latinoamericanos que afirman desarrollar estrategias para adaptarse al cambio climático, aunque realmente continúan con actividades como la quema de petróleo, gas o carbón en las naciones que dirigen.
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