Este 22 de abril Día Mundial de la Tierra o ¨Madre Tierra¨, se celebra en un contexto de pandemia del #COVID-19, donde algunos opinan que este virus es una respuesta de la naturaleza (Madre Tierra) para darle un ¨stop¨ al ser humano en esta dinámica acelerada que lleva y hacerle reflexionar, ya que si seguimos por esta vía, los problemas en el planeta serán peores. En pocas palabras, esto es un alerta.
Ciertamente las medidas que se han adoptado, en especial la “Cuarentena” y la limitación de las actividades diarias, bien sea trabajo, estudios, diversión, etc., nos han llevado a reflexionar sobre lo verdaderamente importante, indicando que hay un antes y un después de esto y que las cosas deben cambiar. Las medidas de prevención en estos temas deben tomarse, lo cual indica que no hemos sido efectivos como sociedad.
Más allá de las teorías de conspiración o de intereses económicos y de nuevo orden mundial, creo más en la ¨Madre Tierra¨ reaccionando, lo cual no es más que la actuación de DIOS cuidando su creación. En el supuesto, que el inicio haya sido por estos intereses oscuros, creo que definitivamente no lograron los objetivos, sino todo lo contrario. Por ello cabe aquel dicho popular, “No hay mal que por bien no venga”.
Porque digo esto, porque estoy convencido que la humanidad va a cambiar para bien. Allí es donde sugiero poner el foco de atención. Considero que lo más importante es pensar en la enseñanza para el futuro. Me refiero a las nuevas medidas que se deben adoptar, tomando en consideración todos los problemas o mejor dicho ¨Defasios¨ que tenemos como sociedad, los cuales está contenidos en los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 ONU.
Ello implica, las políticas públicas de los gobiernos con todos los actores de la sociedad (sector privado, público, educativo, etc.). Hemos visto durante esta pandemia un gran esfuerzo de coordinación mundial para que todos adopten las medidas sanitarias, unos con mejores resultados que otros. Pero indica, que si es posible.
La pregunta que cabe aquí es; con un mayor nivel de compromiso y coordinación global, es posible acelerar las medidas que debemos adoptar para los desafíos de la humanidad? Llámese cambio climático, pobreza, desigualdad, desarrollo sostenible, todo esto contenido en las metas de la Agenda 2030 de la ONU.
El no hacerlo, aumenta la probabilidad de que nuevos escenarios de eventos puedan impactarnos con mayores consecuencias en la vida diaria, el ejemplo del cambio climático y las altas temperaturas nos van a impactar a todos en la producción de alimentos, en lluvias y sequias más extremas, en consecuencia desastres naturales, entre otros. Los estudios hoy demuestran, que existe una relación entre los cambios de temperatura del planeta y la aparición o propagación de virus que pueden afectar al ser humano. Sin mencionar, los impactos en lo social producto de la pobreza y el hambre, así como el reto del desarrollo sostenible, ya que hoy requerimos 1,6 veces los recursos del planeta tierra con 7 mil millones de personas y se espera que para 2050 seamos 10 mil millones.
Al Gore, Premio Nobel de la Paz junto el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU, señaló: ¨La Dicotomía entre Desarrollo y Sostenibilidad es Falsa. Sin Planeta No Hay Economía que Valga¨.
En definitiva, es la oportunidad de conspirar (del latín conspirare ‘respirar juntos’, de donde ‘estar de acuerdo‘) con entusiasmo (etimológicamente: para los griegos, entusiasmo significaba “tener un dios dentro de sí”. ) como sociedad para seguir adelante. En realidad se trata del ¨Nuevo Orden Mundial que La Madre Tierra y DIOS quiere para todos nosotros y para ello nos necesitan unidos como sus hijos, cuidando su creación. Son mis convicciones.
Por: Luis Carlos Cabareda
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