Jerusalén.- El primer ministro en funciones israelí, Yair Lapid, visitó este domingo la nueva plataforma de Karish, en aguas del Mediterráneo, donde se inició el proceso de extracción de gas, después de que el país firmara hace tres días un histórico acuerdo con el Líbano que demarca sus fronteras marítimas.
«Este lugar es el futuro energético y económico del Estado de Israel», dijo Lapid cuando recorría la infraestructura. Según agregó, la producción de gas de Karish «reducirá los precios de la energía en Israel» y convertirá al país «en un proveedor regional» que podrá «ayudar a Europa a enfrentar su crisis energética».
Pocos días antes de la firma del pacto con Líbano, Israel dio su aprobación final para que la empresa multinacional Energean comenzara a extraer gas de esta plataforma, un proceso que se puso en marcha esta misma semana y que convierte Karish en la tercera infraestructura desde la que Israel obtiene este recurso en aguas mediterráneas.
Meses antes, Karish estuvo en medio de disputas con el Líbano, después de que el grupo chií libanés Hizbolá -gran enemigo de Israel en el país árabe- lanzara drones hacia la plataforma en junio y amenazara también con una escalada si el Estado judío extraía gas.
La reserva está en el área marítima que Israel y Líbano se disputaban desde hace años y, con base al acuerdo que ambos países alcanzaron, queda definitivamente del lado israelí.
El pacto entre Israel y el Líbano -que no tienen relaciones diplomáticas oficiales y aún están técnicamente en guerra- se hizo efectivo tras meses de negociaciones indirectas con mediación de Estados Unidos.
La zona marítima que finalmente ha quedado demarcada consiste de unos 860 kilómetros cuadrados de mar, que cubría no solo el yacimiento de Karish, sino también otro llamado Qana, que ha quedado mayormente del lado libanés. Esta reserva podrá ser explotada por el Líbano e Israel recibirá una compensación económica por ello.
EFE
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