El presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), llamó este lunes a la sociedad taiwanesa a profundizar sus conocimientos sobre el pasado autoritario de la isla para “evitar que la historia se repita”, en un nuevo aniversario del fin de la ley marcial que se mantuvo vigente en este territorio hasta 1987.
“La democracia actual no es algo que existiera desde siempre, sino que se logró gracias al sacrificio de miles de personas. Espero que, después de conocer esta historia, la gente aprecie más la democracia y evite que la historia se repita”, manifestó el líder del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP).
Tras perder la guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong, el líder nacionalista chino Chiang Kai-shek se replegó a Taiwán y gobernó este territorio desde 1949 hasta su muerte en 1975, imponiendo una ley marcial que suprimió derechos y libertades, prohibió la conformación de partidos políticos y castigó cualquier tipo de disidencia, en lo que hoy se conoce como la época del ‘Terror Blanco’.
Su hijo, Chiang Ching-kuo, tomó las riendas del poder en 1978 y promovió poco a poco el aperturismo político, que terminó por consagrarse con el levantamiento de la ley marcial el 15 de julio de 1987 y la convocatoria de elecciones por voto directo en 1996.
El mandatario isleño aprovechó esta efeméride para visitar la Oficina de Archivos, en donde instó a seguir reuniendo los diferentes documentos sobre la época de la ley marcial para que la ciudadanía comprenda “el oscuro período de autoritarismo en Taiwán”.
“Estos archivos, que en el pasado registraban las difamaciones y persecuciones del Gobierno autoritario contra el pueblo, ahora, aunque aún muestran cicatrices sangrientas, son también testimonios de los logros del movimiento democrático y registros de las familias que buscan la verdad sobre la persecución de sus seres queridos”, aseveró Lai.
“No quiero que nadie en una sociedad democrática use la democracia en contra de la democracia, ni que aquellos que alguna vez se opusieron al pueblo y apoyaron el autoritarismo intenten llevar al país de vuelta al pasado”, agregó.
Durante su etapa como primer ministro (2017-2019), Lai promovió la creación de una Comisión de Justicia Transicional para investigar las acciones llevadas a cabo por el nacionalista Kuomintang entre 1945 -cuando la República de China (nombre oficial de Taiwán) retomó la soberanía de la isla, hasta entonces controlada por Japón- y 1992.
Una de las principales labores de ese organismo fue la resignificación del mausoleo de Chiang Kai-shek, ubicado en pleno centro de Taipéi, que este lunes amaneció por primera vez sin la guardia de honor que custodiaba la estatua del ‘generalísimo’ desde hace más de 40 años.
Asimismo, la reivindicación de la democracia por parte de Lai sucede en un contexto de creciente tensión entre Taiwán y China, que considera al territorio autogobernado como una “provincia rebelde”.
El mandatario isleño ha ofrecido diálogo al Gobierno chino en varias ocasiones, sobre la base de que la República Popular China y la República de China “no están subordinadas entre sí”; un planteamiento rechazado de forma rotunda por Pekín, que tacha a Lai de “secesionista” y “alborotador”.
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