El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aceptó este sábado ser el candidato del gobernante Partido Socialista Unido (PSUV) en las elecciones del 28 de julio, entrando en una carrera para extender su poder -al que llegó en 2013- por seis años más, lo que superaría los 14 años de mandato que acumuló su antecesor, Hugo Chávez.
«Yo estoy aquí por el pueblo, por eso hoy acepto la candidatura presidencial, la acepto, la asumo y, con el apoyo del pueblo, iremos a una nueva victoria de las fuerzas bolivarianas y chavistas», dijo el mandatario al recibir el estandarte del PSUV frente a miles de simpatizantes que se reunieron en Caracas para su proclamación como candidato.
El acto de abanderamiento estuvo cargado de elogios hacia el líder chavista, a quien describieron como un hombre paciente, pacífico, estratégico y antiimperialista, como el «presidente obrero» que supo mantener a flote a la llamada revolución bolivariana cuando Chávez murió, en 2013, y pese a las tribulaciones políticas, sociales y económicas de la última década.
«Derribando muros»
En un ambiente festivo, los chavistas entonaron las pegadizas canciones proselitistas que acompañaron a Maduro en las elecciones de 2013 y 2018, a las que se sumó un nuevo sonido, de estilo norteño mexicano, en el que se exalta la capacidad del jefe de Estado para ir «derribando muros», en alusión a las sanciones internacionales.
Al respecto, el chavismo mostró un video que repasa la escasez generalizada de alimentos y medicinas que se vivió entre 2015 y 2019, responsabilizando a la oposición y a Estados Unidos por estos «tiempos muy duros».
«El Gobierno ha sido nuestro único aliado en todo momento», subraya el audiovisual, cuya exhibición terminó con aplausos de los adeptos que se congregaron en el Poliedro de Caracas, el mayor aforo techado del país, para esta actividad que fue transmitida por todos los medios de comunicación del Estado.
Protección chavista
El mandatario, de 61 años, pidió a sus simpatizantes que lo cuiden durante sus actos públicos, que han aumentado en los últimos días y que serán más frecuentes conforme se acerque la fecha de los comicios, cuya campaña formal transcurrirá entre el 4 y el 25 de julio.
El gobernante hace esta petición cinco días después de que la Fiscalía informase de la detención de dos opositores, acusados de intentar asesinar a Maduro durante un mitin en el estado de Monagas (noreste), donde estuvo el pasado lunes.
«A mí nadie me va a sacar de las calles, porque vamos a la gran victoria popular del 28 de julio (…) si ustedes me apoyan, si ustedes me protegen, nosotros en el año 24 volveremos a triunfar por el camino de la verdad, de la esperanza renovada», sostuvo.
Chávez, como centro
Tanto los discursos de los simpatizantes como el del propio presidente estuvieron marcados por alusiones a Hugo Chávez, especialmente a su decisión, anunciada en diciembre de 2012, de que fuera Maduro quien lo sustituyera en el Ejecutivo en caso de fallecer por el cáncer que acabó con su vida en marzo de 2013.
Hermanos, primos, hijas y el papá de Chávez asistieron a la actividad en la que el PSUV recordó la cercanía de Maduro con el considerado líder de la revolución bolivariana, quien lo mantuvo seis años como canciller y seis meses como vicepresidente.
Ahora, retomando su título de «hijo» de Chávez, el gobernante ha llamado «al combate», sin que quede claro todavía quiénes serán sus contrincantes en la contienda, algo que se aclarará pronto, pues el Consejo Nacional Electoral (CNE) estableció que las candidaturas deberán presentarse entre el 21 y el 25 de marzo.
«Oligarcas» y «apellidos»
Una vez más, el candidato oficialista se refirió a sus adversarios políticos como «oligarcas» y «apellidos», en alusión a dirigentes como la exdiputada María Corina Machado, elegida en primarias como la candidata de la PUD, la principal coalición opositora para las presidenciales, pero impedida para competir por una sanción impuesta por la Contraloría.
Este sector de la «ultraderecha», aseguró Maduro, «había fraguado» el plan para asesinarlo, una denuncia que ha hecho en numerosas ocasiones y por las que ya la Justicia ha procesado a varias personas en el pasado.
«No se confundan, oligarcas, criminales que me quieren matar, no nos subestimen más, (…) aquí el candidato no es Maduro, aquí el candidato es un pueblo, es el hombre de a pie, es la mujer de a pie, es la gente en el barrio y, con el pueblo en el barrio y de a pie, vamos al combate, vamos a la batalla y vamos a la victoria», concluyó el presidente.
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