El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este martes que ninguna «amenaza» detendrá la «ola progresista que se ha levantado en América Latina y el Caribe», un día después de que el Gobierno del país caribeño anunciara que el mandatario no asistirá a la VII Cumbre de la Celac en Buenos Aires ante un «plan de agresiones» contra su delegación.
«No habrá amenaza ni agresión que pueda detener la ola progresista que se ha levantado en América Latina y el Caribe para construir la unión definitiva de nuestros pueblos», dijo el jefe de Estado a través de su cuenta de Twitter.
En este sentido, Maduro expresó que el país caribeño «alza su voz bolivariana en defensa de la integración regional».
A través de un comunicado, el Ejecutivo venezolano señaló este lunes haber recibido información «de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista» para «llevar a cabo una serie de agresiones» en contra de la delegación que asistiría a la Cumbre de la Celac encabezada por Maduro.
En vista de ello, prosigue el escrito, el mandatario tomó «la decisión responsable» de enviar al canciller, Yván Gil, «como jefe de delegación con las instrucciones de llevar la voz del pueblo de Venezuela».
La llamada revolución bolivariana denunció que sectores de la derecha «pretenden montar un show deplorable a fin de perturbar los efectos positivos» de la cumbre, «y así contribuir a la campaña de descrédito» contra Venezuela, un plan, aseguró, «emprendido» desde Estados Unidos.
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