Más de 200.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares en Somalia desde el inicio de la temporada de lluvias en el país a mediados de marzo, informó hoy la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
«Las estimaciones iniciales indican que al menos 460.470 personas se han visto afectadas, de las cuales cerca de 219.000 han sido desplazadas de sus hogares y 22 han muerto en 17 distritos desde mediados de marzo», indicó la OCHA en un comunicado remitido a EFE este domingo.
Las fuertes lluvias han afectado especialmente a los estados de Hirshabelle (centro-sur) y Jubaland (sureste) «inundando hogares y tierras de cultivo, arrastrando ganado, cerrando temporalmente escuelas y centros de salud y dañando carreteras».
Como aspecto positivo, la OCHA señaló que «las lluvias están recargando las fuentes de agua superficiales y permitiendo que se regenere la vegetación, lo que es importante para la supervivencia humana y del ganado, en un momento en que gran parte del país se tambalea por el impacto de la peor sequía en cuatro décadas».
«Sin embargo, harán falta muchas más precipitaciones para paliar eficazmente el impacto de la reciente sequía», agregó.
Según un pronóstico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se esperan más lluvias de moderadas a fuertes en varias zonas del país entre el 10 y el 17 de mayo.
Cinco temporadas de lluvia fallidas en el Cuerno de África, incluyendo Etiopía, Kenia, Yibuti y algunas partes de Uganda, han desplazado de sus hogares a más de 1,4 millones de personas en Somalia y han matado a 3,8 millones de cabezas de ganado en el país.
Asimismo, según un estudio presentado el pasado marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 43.000 personas podrían haber muerto en 2022 a causa de la sequía, la mitad de ellas niños menores de cinco años.
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