En el mercado municipal de Unare, la vida comercial fluye entre relatos de antaño y la transformación actual que despierta tanto incertidumbre como esperanza.
Los adjudicatarios contaron a detalle sobre la evolución del mercado, las dificultades que enfrentan y las expectativas para el futuro.
Desafíos en la organización del mercado municipal de Unare
La falta de organización y claridad en los horarios de funcionamiento ha generado confusión entre los clientes, quienes se muestran reacios a visitar el mercado debido a este problema.
Además, la ausencia de señalización clara ha llevado a una disminución en las ventas, dejando a muchos comerciantes luchando por mantenerse a flote en este entorno desafiante.
«Los clientes ya no se acuerdan cuáles son los días que está abierto el mercado y cuál es el día que está cerrado», constató la dueña de una floristería.
Resurgimiento de las ventas
A pesar de los obstáculos, algunos comerciantes han logrado encontrar oportunidades en medio de la adversidad.
La implementación de estrategias en redes sociales ha permitido a ciertos negocios, como dicha floristería, expandir su alcance y mejorar sus ventas.
La inminente celebración del Día de San Valentín representa una oportunidad para este rubro, quienes se preparan con anticipación para satisfacer la creciente demanda en esta fecha especial.
«Ya nos estamos equipando con papeles, tarjetas, todo. Debemos aprovechar al máximo este día», recalcó.
Reubicación de los comerciantes informales
La reubicación de los comerciantes informales en el estacionamiento ha generado opiniones encontradas entre los comerciantes establecidos.
Algunos perciben esta acción como una oportunidad para atraer más clientes al mercado, mientras que otros señalan que la presencia de estos comerciantes ha afectado negativamente las ventas, generando una competencia desleal que dificulta aún más la situación económica.
Adjudicatarios luchan por mantenerse en pie
A lo largo de 39 años, el mercado ha sido testigo de numerosos desafíos y cambios.
Algunos comerciantes, como Luis Pérez, quien ha vendido jugo de caña durante décadas, han enfrentado dificultades para mantener sus ventas.
La disminución en la demanda ha llevado a ajustes en su negocio, pero su compromiso y perseverancia lo mantienen firme en su labor diaria.
«Venda o no venda yo sigo viniendo al mercado, yo viví los momentos de júbilos en este lugar. Incluso, yo llegué a tener dos muchachas trabajando en mi puesto porque no podía solo», aseveró.
Desafíos familiares y la tradición que perdura
Detrás de cada puesto de venta, hay historias de vida entrelazadas con el mercado.
Muchos de estos comerciantes han criado a sus hijos con el sustento que obtienen de sus negocios, transmitiendo no solo habilidades comerciales, sino también valores arraigados en la tradición de este espacio.
«Yo tengo hijos, y su educación y crianza se la debo a esta labor que vengo haciendo durante años», precisó Pérez.
Perspectivas para el futuro del mercado municipal de Unare
A medida que el mercado municipal de Unare se acerca a sus 40 años de apertura, sus comerciantes enfrentan un panorama desafiante.
La necesidad de una mayor organización, la adaptación a las nuevas dinámicas comerciales y la preservación de la tradición se convierten en pilares fundamentales para garantizar la supervivencia y el crecimiento de este importante espacio de Puerto Ordaz.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!