Ronald Acuña Jr. recibió permiso para jugar el Clásico Mundial de Béisbol con Venezuela y realizó algunos swings el miércoles en el campamento de pretemporada de Atlanta.
Su objetivo era comenzar pronto, de cara a una campaña con altas expectativas.
Acuña bateó para .266 con 15 jonrones y empujó 50 carreras en 119 juegos durante 2022, luego de sufrir una ruptura de un ligamento de rodilla el 10 de julio de 2021. La lesión le impidió concluir aquella campaña.
En la temporada de 2022, Acuña debió soportar algo de dolor en la rodilla. En ocasiones, se le empleó sólo como bateador designado.
El pelotero de los Bravos, tres veces elegido al Juego de Estrellas, ansía ahora tener una campaña sin molestias, que le permita alcanzar el nivel de juego que mostró en 2019, cuando ostentó un promedio de .280, con 41 vuelacercas y 101 impulsadas.
En aquel año encabezó además la Liga Nacional con 37 robos.
«Estoy más que emocionado y feliz», dijo Acuña el mes pasado durante un encuentro de los Bravos con fanáticos en el Truist Park. «Pienso que mi cara lo dice todo. Creo que han pasado más de dos años desde la última vez que me sentí completamente sano».
Al principio, los Bravos habían descartado la idea de que Acuña jugara el Clásico Mundial. Luego, el club quedó convencido de que no había motivo para impedir que el pelotero se alejara de su agenda normal de pretemporada para representar a Venezuela, siempre y cuando no surgiera otro problema.
«Personalmente, siempre quise representar a mi país en el Clásico», dijo Acuña.
El hecho de que Acuña se mantenga saludable es particularmente importante, dado que los Bravos, campeones de la División Este de la Liga Nacional en las cinco campañas anteriores, buscan reemplazar a Dansby Swanson en el campocorto.
Quieren encontrar además a un jardinero izquierdo titular.
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