Nueva Zelanda, derrotada ante Sudáfrica en las dos anteriores jornadas del Rugby Championship -el torneo de las grandes potencias del rugby del Hemisferio Sur-, resucitó con un ajustado triunfo en Sídney (28-31) ante Australia, que en esta ocasión cayó con dignidad y honor después de ser netamente superada en la primera mitad.
Los ‘All Blacks’, que llegaron a dominar por 0-21 y que al descanso mandaban por 14-28, acabaron pidiendo la hora ante los 68.000 espectadores que se dieron cita en el Accor Stadium, que soñaron por momentos con la remontada de los ‘Wallabies’, aunque no les dio tiempo en última instancia.
El cuadro neozelandés se llevó de esta manera la mítica Bledisloe Cup que se pone en juego en estos enfrentamientos por vigésimo segundo año consecutivo, y pese a la victoria volvió a a atisbar dudas en su rendimiento, sobre todo en el tramo final ante un conjunto australiano, que tras la paliza sufrida la pasada jornada en Argentina (67-27) no quiso rendirse con otro marcador sonrojante.
A los ‘All Blacks’ se le puso muy pronto el partido de cara. Su irrupción fue estelar. Se situó rápidamente con un 0-21 con los ensayos de Will Jordan, Rieko Ioane y Caleb Clarke más las conversiones de Damian McKenzie, y aunque los ‘Wallabies’ respondieron con marcas de Fraser McReight y Matthew Faessler, Ardie Savea frenó en parte el inicio de reacción de los locales.
Un golpe de castigo transformado por McKenzie dio la impresión que devolvía el control a Nueva Zelanda (14-31). No fue así, porque Australia se empeñó en no entregar el partido. Su mejoría fue palpable y la presión de su delantera constante.
Un ensayo de Hunter Paisami, convertido por Noah Lolesio, y las amarillas a Anton Lienert-Brown y Caleb Clarke alimentaron el sueño de los ‘Wallabies’, que por momentos eran aviones ante unos rivales en inferioridad numérica que se tenían que multiplicar en defensa y que conseguían a duras penas las acometidas locales.
Resistió Nueva Zelanda de forma tan encomiable como el esfuerzo de los australianos, hasta que Tom Wright logró un ensayo que apretó el marcador hasta el 28-31 ya definitivo, porque Nueva Zelanda supo defender la última acción y forzar una melé que le permitió echar el cierre a un encuentro de nuevo vibrante.
En la última jornada del Rugby Championship 2024, el próximo sábado, Nueva Zelanda recibirá a Australia, mientras que Sudáfrica hará lo propio con Argentina.
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