Nairobi.- La pandemia de coronavirus llega poco a poco a África, donde deja ya más de 2.800 casos y se acelera a diario, pero aún puede contenerse porque no hay contagio local en muchos países, declaró hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Aún podemos contener el virus en muchos países», consideró este jueves la directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, dando un apunte positivo a una «evolución muy dramática» de la pandemia en el continente.
Hace un mes, solo había un país infectado de la región africana de la OMS (que abarca todos los países subsaharianos y Argelia), y actualmente se reportan al día 300 casos, explicó Moeti en una conferencia de prensa virtual junto a varios expertos africanos.
Un total de 46 países de África están afectados por la COVID-19 y hay más de 2.800 casos positivos de la enfermedad, que ha dejado también al menos 75 muertes, según los últimos datos recopilados por Efe de los informes individuales de cada Gobierno africano.
AÚN PUEDE DETENERSE LA EXPANSIÓN DEL VIRUS
Sin embargo, en muchos países los casos registrados siguen siendo importados y no se ha notificado contagio local, por lo que la doctora botsuana considera que «aún hay la oportunidad» de contener la epidemia en naciones que podrían salir muy mal paradas humana y económicamente.
Y más, cuando la mayoría de casos proceden de países europeos u occidentales y existen maneras de aislarlos de forma segura antes de que lleguen a zonas como los asentamientos informales o los campos de refugiados, donde esa labor será muy complicada.
Por ello, la OMS incidió en la necesidad de hacer seguimiento de los contactos de los casos positivos, conseguir aislar a los sospechosos y darles tratamiento en caso necesario a fin de poder romper la cadena de expansión del virus.
«La estrategia de detección de casos que nos gustaría ver, no está pasando» en África, reconoció Moeti, quien subrayó que, a pesar de que haya contagios no detectados, la OMS descarta que «haya una extensión generalizada de casos sin reportar» o «una gran cantidad de gente andando con el virus».
La mayoría de países africanos, incluso sin llegar a los 100 casos positivos de la enfermedad, han cerrado las fronteras aéreas, marítimas y terrestres y han limitado el movimiento de sus ciudadanos con duras medidas, como toques de queda y confinamientos.
Unas medidas necesarias, según la OMS, pero que no deben impedir que se creen «corredores humanitarios» para que pueda llegar material sanitario a los países, e incluso personal médico y expertos que puedan ayudar en la contención de la enfermedad.
«NO ES TAN FÁCIL» EL CONFINAMIENTO
Estados como Ruanda o Sudáfrica han optado por decretar una cuarentena obligatoria en todo el país, limitando todo movimiento no esencial, y algunos, como la República Democrática del Congo o Madagascar, lo han impuesto en sus capitales.
Sin embargo, tanto Moeti como otros expertos africanos de la OMS y del Centro de Detección de Enfermedades de África (África CDC) coinciden en que las medidas de confinamiento, las más eficaces para parar la transmisión del virus, «no son tan sencillas» en África.
«Confinar a una población que vive del día a día no es fácil», alegó el enviado especial de la OMS para la COVID-19, Samb Sow, quien indicó que, en todo caso, cualquier medida de ese tipo tiene que acompañarse con una potente campaña de comunicación y con medidas humanitarias para amortiguar los impactos económicos.
Cuando en una misma casa o lugar viven decenas de personas, no es lógico -explicó Sow- que se confinen todas si hay un infectado, sino que parece más sensato dejarlas salir que encerrarlas.
Por ello, los expertos pidieron una reflexión rápida sobre la aplicación de medidas que ya se imponen en el resto del mundo a un contexto como el africano, donde hay países con conflictos armados, poblaciones sin acceso al agua u hospitales y en zonas con gran número de desplazados o refugiados.
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!