La población brasileña que se considera negra pasó de representar el 7,4 % del total en 2012 al 10,6 % en 2022, un crecimiento de 3,2 puntos porcentuales en una década, según un informe del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) publicado este viernes.
Paralelamente, las personas que se autodenominan blancas descendieron en un porcentaje similar, al pasar de 46,3 % a 42,8 %, una caída de 3,5 puntos porcentuales.
El crecimiento de la población negra se dio en todo el país, pero especialmente en el noreste, región que votó mayoritariamente por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en las pasadas elecciones y donde el porcentaje de afrodescendientes subió de 8,7 % en 2012 a 13,4 % en 2022.
De igual manera, la población que se considera blanca cayó en todas las regiones del país, incluido en el sur, bastión del expresidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha, donde el porcentaje pasó de 78,8 % a 72,8 %.
Por otro lado, la población que se define como «parda» o «mestiza» y que representa el grupo demográfico más importante de Brasil apenas registró variaciones, al pasar de 45,5 % del total en 2012 a 45,3 % en 2022.
El informe del IBGE también apunta a una segunda tendencia demográfica de importancia: un progresivo envejecimiento de Brasil, con un claro aumento de los mayores de 65 años, de 7,7 % en 2012 a 10,5 % en 2022.
Asimismo, la población menor de 30 años registró una caída tanto relativa, al pasar de 49,9 % en 2012 a 43,3 % en 2022, como también en términos absolutos.
Por tipo de viviendas, el 15,9 % tenía solo un residente, 3,7 puntos porcentuales más que en 2012, mientras que el 66,3 % estaba ocupado por familias, dos puntos menos que hace una década.
Con más de 214 millones de personas, Brasil es el país más poblado de América Latina y el sexto del mundo.
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