Venezuela se encuentra dentro del países del continente con mayor generación de electricidad limpia, pues la casi totalidad del sistema nacional se alimenta del proyecto hidroeléctrico del bajo Caroní, destinado a generar en su totalidad unos 15 mil Megavatios, pero que por problemas de mantenimiento, falta de conclusión de obras y otros más actualmente genera poco más de la mitad de esa cifra.
Las plantas termoeléctricas del centro y occidente del país hace tiempo se encuentran en una crisis que las tiene casi incapacitadas o con cuotas de producción muy bajas, frente a esa realidad la casi totalidad de la generación de energía venezolana recae sobre el sistema eléctrico de Guayana, lamentablemente insuficiente para cubrir a cabalidad la demanda nacional.
Una crisis que no puede justificar la inversión mil millonaria
Seguramente todos recordarán el apagón nacional del 2019, que sumió al país en la oscuridad y mostró la vulnerabilidad y dependencia del sistema de la energía hidroeléctrica generada en Guayana, que puede como en ese año tener crisis por causas climáticas debido al proceso de calentamiento global.
El Dr. En Sostenibilidad, Alejandro López González calculó en más de 100 mil millones de dólares la inversión del gobierno bolivariano en los últimos 20 años; textualmente escribió: “… se han “invertido” en el sector eléctrico venezolano unos 105 mil millones de dólares. Esto es equivalente a todo el PIB nominal de Ecuador durante el año 2019, el doble del PIB nominal de Uruguay en 2019 y 10 veces el PIB nominal de un país como Nicaragua. Según el Ingeniero José Aguilar, más del 65% de los 105.000 millones de USD parecen haber sido gastados después de decretada la emergencia eléctrica, en el año 2010.”(dice, 2020)
Lamentablemente el sector ha venido sufriendo un agravamiento en la crisis eléctrica hasta el punto que el mismo gobierno habla de la necesidad de una inversión cercana a los 15 dólares para recuperar y mantener el sistema nacional. Tocoma sigue inconclusa y el sistema del bajo Caroní genera menos de lo que puede por falta de mantenimiento y adecuación.
El resultado se palpa claramente, una nación donde estados como Táchira, Mérida y Zulia sufren apagones diarios de varias horas que afectan la productividad, la calidad de vida, la salud y hasta el esparcimiento de sus habitantes.
Una alternativa ecológica, sostenible y parte desde Guri
Dentro de este panorama tan parecido a series apocalípticas, es que sale desde aquí, desde Guayana, la humilde pero sin duda creativa propuesta de un Ingeniero en Electrónica oriundo de estos suelos y conocedor de la realidad y los desafíos del futuro.
Se trata de Gilberto Yegres, egresado hace décadas del politécnico de Barquisimeto, antes de que fuera Unexpo, magister del tecnológico de Cranfield en el Reino Unido, ex gerente de Sidor, fundador de la carrera de Electrónica en la Unexpo Puerto Ordaz y en los últimos años estudioso de las fuentes de generación de electricidad limpia. Guayanés para más detalles y amante de las maravillas de esta tierra.
Yegres, estudiando las bondades de la generación fotovoltaica o de páneles solares, llegó a la conclusión de dar soluciones al problema eléctrico nacional usando precisamente esas fuentes de energía eléctrica no contaminantes, que van en perfecta armonía con el proyecto hidroeléctrico del bajo Caroní, pero que además pueden aprovechar su capacidad instalada de transmisión, su ubicación geográfica que brinda beneficios adicionales y su conectividad a la red nacional de transmisión sin generar mayores costos.
Además estudiando la zona de Guri pensó en mezclar la tecnología fotovoltaica con la eólica y con la generación de electricidad con plantas de hidrógeno, todo en la misma área geográfica lo que de entrada significa minimizar el impacto ambiental y abrir las posibilidades para nuevos proyectos de desarrollo y crecimiento en Guayana al tiempo que se generaría la electricidad para Venezuela por más de un siglo de manera completamente ecológica y sostenible.
Un proyecto en varias fases
El hacer el proyecto en Guri ya de entrada tiene el valor agregado de aprovechar las capacidades de almacenamiento y distribución de energía de la mayor represa del país y salida del sistema eléctrico interconectado nacional. Representando un ahorro de entrada.
Para desarrollar el proyecto el ingeniero propone estructurar un proyecto de varias fases, que se vaya desarrollando en etapas de crecimiento continuo comenzando por la instalación de la tecnología más barata y probada en la generación de energía limpia después de la hidroeléctrica, la fotovoltaica, para pasar en la siguiente a la instalación de generadores eólicos y en la última a las plantas de hidrógeno, las más modernas hasta el momento.
El poder del sol
Ya todo el mundo conoce los paneles solares y en todas partes incluso se pueden adquirir para su uso doméstico a precios razonables. Tienen décadas de desarrollo y se han perfeccionado a tal punto que ya es cotidiano irse de excursión y toparse a un amigo en el campo lejos de todo que saca un pequeño panel portátil y con él carga el celular, la corneta bluetooht o cualquier otro equipo. Por ello es lógico pensar que esta tecnología, la más barata hasta y extendida de todas, sea la primera en instalarse.
Pero además las condiciones de la zona con un lago de más de 4 mil kilómetros cuadrados le dieron a Yegres la idea de instalar paneles fotovoltaicos flotantes que es una nueva tendencia mundial pues optimiza el rendimiento de las celdas solares al tener mejor refrigeración, no ocupa espacio en tierra, disminuye los costos de mantenimiento y limpieza de polvo de las celdas e incluso puede ayudar a mejorar la calidad de agua y la protección de especies acuáticas, como muestran varios estudios actuales.
El plan propuesto optimiza además el uso del espacio, y se basa en tecnologías que se vienen aplicando en muchos lugares como el sudeste asiático, España, Argentina, Brasil y México. La idea del ingeniero es ocupar cerca de la mitad del lago con paneles flotantes lo que podría arrojar una generación de unos 4 mil Megavatios.
Vale agregar además que por la ubicación del país, Guayana se encuentra dentro de los lugares del mundo que reciben mayor cantidad de rayos solares del planeta, o sea que hay garantía de energía del astro rey para largo tiempo.
El viento también suma
La segunda fase incluiría la instalación de un campo de aerogeneradores eólicos en la misma zona de Guri donde ya se midió la velocidad de los vientos que es más que suficiente para mover esta fuente limpia de generación de electricidad que sería enviada al sistema interconectado nacional. Esta tecnología se basa en convertir la energía cinética del viento en energía mecánica a través de una hélice en energía eléctrica gracias a un alternador. Y ya se encuentra bastante extendida en el mercado mundial. Tanto que inclusive se pueden adquirir para uso doméstico por Mercado Libre en diversas variantes.
Este sistema de generación ya produce una cantidad importante de energía en el planeta, con China sigue como el mayor exponente a nivel mundial. En 2022, el país asiático ya contaba con una potencia instalada acumulada de más de 365.900 teravatios-hora. En la lista global le sigue Estados Unidos, Alemania, la India y España.
La innovación con plantas de hidrógeno
Finalmente la propuesta de Yegres plantea adicionar a este multicampo de generación de energía las modernas plantas de hidrogeno verde. Estas son un sistema de producción de hidrógeno que emplea en esencia energía renovable. En ella se lleva a cabo el proceso llamado electrólisis del agua, en el que se separan los elementos de la molécula de agua (H₂O) para obtener hidrógeno. Dicho proceso se realiza en celdas electrolíticas, compuestas por dos electrodos (cátodo y ánodo) y un material iónico conductor que permite el paso de iones entre los electrodos. El agua se coloca en un tanque cercano a las celdas electrolíticas y es suministrada al sistema de electrólisis.
La energía para el proceso de electrólisis la generan con paneles solares. Y la concepción del sistema pasa por la utilización del elemento químico más abundante en el universo el hidrógeno, que tiene tres veces más energía que la gasolina y es una energía limpia pues sólo genera agua en forma de vapor sin producir el siempre complicado dióxido de carbono. Las naves espaciales de la Nasa, de Rusia y de China, usan como combustible hidrógeno, lo que muestra su potencial.
Esta fuente es la más costosa para generar energía, pero arroja múltiples valores agregados, primero por ser totalmente ecológica, segundo por uno de sus productos es la industria petroquímica con la producción de fertilizantes y otro porque genera alternativas al uso de combustibles fósiles en el transporte. Como fuente de energía ya se usa en varios países del globo como Estados Unidos, Alemania, España y en nuestro continente en Chile.
En la propuesta de Yegres está sería la última etapa del posible proyecto.
Los costos que plantean buscar financiamiento
En este mismo escrito se informó que el país gastó más de 100 mil millones de dólares en el sistema eléctrico nacional y el mismo no mejoró sino que empeoró. Y esas son las cifras conservadoras, pues otras fuentes hablan de hasta 150 millones de verdes gastados sin retorno en el sector por personajes como el inefable Nervis Villalobos, preso en España.
Y uno de los primeros problemas del proyecto de Yegres es precisamente que requiere de una importante inversión económica que estima en unos 40 mil millones de dólares, lo que parece muy grande, pero si lo cruzamos con lo ya malgastado no se ve tan dura.
Sin embargo, poniendo los pies en la tierra, resulta evidente que el país no cuenta hoy con esos recursos para tal inversión. Ante ello Gilberto, propone acudir a las fuentes de financiamento internacional que aportan recursos para desplegar esas tecnologías que van de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU en el plan 2030.
El ingeniero explica que producir un kilovatio/hora con células fotovoltaicas cuesta alrededor de un dólar, hacerlo con aerogeneradores cuesta alrededor de 1.5 dólares y con plantas de hidrógeno entre 4 y 8 dólares por kilovatio/hora. En Venezuela generar un kilovatio/hora con el sistema del bajo Caroní cuesta entre 25 y 30 céntimos de dólar, lo que convierte el sistema actual en uno de los más económicos y sostenibles del planeta.
Energía para más de un siglo y nuevos desarrollos
Por ello la propuesta nunca va en contra de olvidar las posibilidades de generación hidroeléctrica, que se pensaron para unos 15 mil megavatios en la concepción original, sino más bien en duplicar e incluso cuadruplicar esa producción con los otros sistemas propuestos.
Guri por sus condiciones sería – según Gilberto Yegres -, el lugar ideal para el proyecto, que por obligación debe comprender un total mantenimiento y la maximización de la operatividad del sistema que antes operaba con éxito Edelca, que seguiría siendo la columna vertebral de energía principal en horas diurnas por su probada fortaleza, y se vería suplida con la aportación de la fotovoltaica y eólica cuando aumentara la demanda. Esto garantizaría energía limpia por mucho más de un siglo para el país, incluyendo un considerable aumento en la demanda por el crecimiento poblacional y el ritmo de la productividad.
Pero además de lo anterior, trabajar en un proyecto de esa escala significaría para el país abrir nuevos campos de investigación y formación, posibles nuevas plantas de fabricación de equipos e insumos para el sector. Y crear toda una línea de desarrollo vinculada a las energías limpias, que incluso – desde su punto de vista – podría significar la creación de la primera ciudad ecológica del país en la zona.
Con el desarrollo mundial de ese sector energético, Yegres sostiene que incluso es posible contratar con empresas transnacionales el diseño, fabricación e instalación de los campos fotovoltaicos flotantes, las turbinas eólicas y la planta de hidrógeno, lo que aceleraría el proceso y generaría una transferencia de tecnología para el país en un lapso relativamente breve de tiempo que estima de unos 7 años, una vez realizados los estudios integrales, para lo que considerada que ya hay personal y capacidades en Guayana.
Se requiere un plan de Estado para concretarlo
Ahora bien, el aspecto neurálgico del proyecto se basa en un elemento fundamental, del que hasta ahora hemos carecido; una mentalidad de Estado parecida a esa que hubo en el siglo XX , cuando se concibió, desarrolló e instaló el proyecto de electrificación del bajo Caroní que todavía hoy mantiene el servicio eléctrico en Venezuela.
Lo más urgente e importante es un plan de Estado, una mentalidad pensada en suplir esas necesidades energéticas de forma sostenible, que comienza por lo básico, mantener adecuadamente el sistema nacional , que como se dijo puede tener un costo actual de unos 15 mil millones de dólares, pero además hace falta ampliar la red de distribución para poder sacar la gran cantidad de energía que se produzca en Bolívar al resto del país y del mundo, pues con el proyecto se puede pasar con facilidad a ser un gran exportador de energía eléctrica, lo que representaría ingresos adicionales para el país.
Sin duda que la idea del ingeniero Gilberto Yegres es un proyecto ambicioso, pero uno sostenible en el tiempo que permitiría adecuar el país a los nuevos tiempos, colaborar activamente con los objetivos del milenio que buscan enfrentar la grave crisis ocasionada por el calentamiento global, y generar al tiempo nuevas posibilidades para el país. (CNP 8235)
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