El exministro de Defensa surcoreano Kim Yong-hyun dijo este jueves en el juicio sobre la destitución del presidente, Yoon Suk-yeol, que el mandatario pidió desplegar un número reducido de tropas y que rechazó imponer un toque de queda al declarar la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
Kim, que está detenido desde diciembre tras la fallida proclamación del estado de sitio, compareció hoy ante el Constitucional como testigo en la cuarta vista oral del juicio para decidir el futuro político de Yoon, que también asistió a la audiencia.
Cuando los abogados del presidente preguntaron a Kim si era cierto que Yoon ordenó movilizar un «pequeño número» de tropas, contrariando el consejo del entonces ministro de Defensa, que apostaba por desplegar hasta 60.000 efectivos para hacer cumplir la ley marcial, Kim respondió afirmativamente.
«Iba en contra de mi opinión, pero al ser una orden del presidente Yoon, la respeté e hice los preparativos pertinentes», explicó Kim, que aseguró haber tenido «dudas de que se pudiera hacer cumplir la ley marcial».
«Así que le pregunté al presidente algo así como ‘¿Es esto ley marcial?'», afirmó el militar retirado.
Tropas en el Parlamento
Kim rechazó las acusaciones de que Yoon ordenara a las tropas que asaltaran el Parlamento para impedir que los diputados votaran para revocar el estado de excepción, en contra de lo afirmado, por ejemplo, por el comandante de las Fuerzas Especiales, Kwak Jong-keun, que aseguró durante las investigaciones que el presidente le dio esa orden específicamente por teléfono.
«Su intención era que se vigilara estrechamente a todo el que se acercara (al Parlamento) a perturbar el orden y permitir la entrada selectiva de gente (en la sede del hemiciclo)», aseguró Kim con respecto a los planes de Yoon.
El exministro de Defensa dijo además que ordenó a las tropas acercarse a la sede del principal partido de la oposición, el Partido Democrático (PD), y a una empresa encargada de realizar sondeos, pero que desistió por orden del propio presidente, del que también aseguró que eliminó partes del borrador del decreto de ley marcial, incluyendo la imposición de un toque de queda, al considerar que causaría molestias a la gente.
Kim también aseguró que fue él y no Yoon el que entregó un memorando al ministro de Finanzas y actual presidente en funciones, Choi Sang-mok, indicando que formara un «cuerpo legislativo de emergencia» la noche que se declaró la ley marcial.
Sospechas de insurrección
El extitular de Defensa está siendo investigado penalmente junto con Yoon -que se encuentra detenido de manera preventiva en un centro distinto al de Kim desde el pasado 15 de enero- y otros militares de conspirar para llevar a cabo una insurrección el pasado 3 de diciembre.
La pena por liderar una insurrección en Corea del Sur es la cadena perpetua o la pena de muerte, para la que existe una moratoria desde 1997.
La agencia anticorrupción transfirió hoy mismo la investigación de Yoon a la Fiscalía y pidió que se le impute por liderar una insurrección y por abusar de su poder.
Por su parte, el Constitucional tiene previsto celebrar dos vistas orales más antes de deliberar sobre si restituye a Yoon o si considera que violó la Carta Magna y por lo tanto su destitución parlamentaria debe ser ratificada, lo que obligaría a convocar elecciones presidenciales anticipadas.
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