Madrid, España. Frente a incertidumbres y restricciones, nada como concluir con «Volando Voy» una gala, la de los Premios MIN, que fue de las primeras damnificadas por la pandemia y que esta noche del sábado ha coronado por fin a sus ganadores, entre ellos, Novedades Carminha, Rodrigo Cuevas y el autor de la citada pieza, Kiko Veneno.
El catalán más andaluz acudía a la ceremonia a actuar y a recibir el premio de honor Mario Pacheco por toda su carrera, pero de rondón se ha ido de la misma con otro galardón, el de mejor álbum por su «Sombrero roto», del que ha llegado a sonar el tema «Obvio».
«Mi casa la tengo empañada ahora mismo para seguir componiendo canciones, pero me considero un privilegiado por el reconocimiento y el cariño. Si hubiese triunfado más joven, habría generado más envidia, así que agradezco haberlo hecho de madera moderada», ha dicho entre la sorna y la modestia el exintegrante de Veneno.
Desde que los MIN pospusieran «sine die» su celebración original el pasado 11 de marzo, los aspirantes y ganadores han permanecido más de 7 meses a la espera de conocer lo votado por un jurado profesional tras la criba previa del público movilizado por la Unión Fonográfica Independiente (UFI), la que más novedades edita año tras año (unas 3.000 referencias).
Para su celebración en tiempos de COVID-19, se ha tenido que recurrir a una fórmula exclusivamente televisiva y enlatada a través de #0 de Movistar+, bajo la conducción de la actriz y cantante Leonor Watling y del presentador de la cadena Arturo Paniagua desde el plató de su programa, «Sesiones Movistar».
Ha sido una noche de sorpresas en los resultados, pues los gallegos Novedades Carminha se han impuesto a los principales nominados (los músicos Rodrigo Cuevas y Kase.O y el grupo Viva Suecia) y solo Kiko Veneno ha impedido que hicieran pleno en las cuatro categorías a las que concurrían. Sí se han alzado como «mejor artista», «mejor directo» y «mejor disco de pop» por «Ultraligero».
«Es un premio superbonito porque ‘pop’ viene de popular y en esta época en la que que nos tienen con el ego subido y la autoestima baja, compitiendo por ‘likes’ y por ‘views’, nosotros hicimos un disco para poder bailarlo con los colegas abrazados», ha agradecido Carlangas, uno de los miembros del cuarteto, tras subrayar que lo entienden también «como un premio a una forma de entender la música».
No se ha ido de vacío Rodrigo Cuevas, que ha materializado dos de los seis galardones a los que aspiraba, los de «mejor artista emergente» (inclusión curiosa teniendo en cuenta su largo recorrido) y «mejor álbum de músicas del mundo y fusión» por «Manuel de cortejo», que quedará como uno de los álbumes destacados del año por su osadía y originalidad.
«Me hubiera gustado estar nominado en la categoría de música en asturiano, pero no existe», ha reclamado con su habitual desparpajo.
También ha sido una noche especial para Anni B. Sweet, que ha visto cómo su salto al castellano en el álbum «Universo por estrenar» era distinguido por su producción (la de James Bagshaw) y, sobre todo, por la «canción del año», «Buen viaje», que según ha revelado «no iba a estar incluido» en el mismo.
Respecto al resto de estilos, ha habido trofeos asimismo para Kase.O por el disco «Remixes y regalos» (en categoría de músicas urbanas), Cala Vento por «Balanceo» (rock), Las Migas por «Cuatro» (flamenco), Zenet por «La Guapería» (jazz), Califato 3/4 por el «Puerta de la Cânne» (electrónica) y Raquel Andueza & la Galanía por «El baile perdido» (música clásica).
Además, «Aitzstar» de Niña Coyote eta Chico Tornado se ha llevado el galardón al mejor álbum en euskera, «Per la Bona Gent» de Manel el de mejor disco en catalán y «Segundo Fogar» de Os Amigos Dos Músicos, en gallego.
«Con las ganas (versión 2009)» de Zahara ha sido elegido el «mejor videoclip», «Nacer en Marte» de Lidia Damunt se ha hecho acreedor del «mejor diseño gráfico» y Nick Cave & The Bad Seeds se han llevado a Australia el galardón al mejor artista internacional.
En una edición especialmente dedicada a todos los sectores de la industria musical castigados por la pandemia, no podía prescindirse de la música en vivo, sucediéndose actuaciones desde diferentes puntos emblemáticos de la geografía española bajo la premisa de que «la cultura es segura».
Novedades Carminha han hecho suyos los estudios Metropol de Madrid en un guiño a los artistas y sellos, el nuevo fenómeno de la música urbana Aleesha ha hecho lo propio con la sala Apolo de Barcelona en defensa de las salas de conciertos y, por último, Guitarricadelafuente ha tomado a solas la Plaza del Trigo de Aranda de Duero, cuna del Sonorama, por todos los festivales cancelados o menguados en este 2020.
«Fuimos los primeros en irnos y seremos los últimos en volver», ha recordado Carla Varona, presidenta de UFI, antes de reprocharle al Gobierno e instituciones públicas las «medidas insuficientes» tomadas en su defensa y que se les minusvalore como «ocio nocturno».
Y en ese territorio, también de Kiko Veneno han procedido unas palabras fundamentales sobre el papel de la cultura en toda esta crisis: «Somos los transmisores de esperanza». Javier Herrero.
EFE noticias
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