«No me puedo emocionar, todavía tengo trabajo por delante», aseguró el corredor de la Isla de Man, que afronta su decimoquinta participación en la ronda gala con nuevos colores, los del equipo Astana.
Pero él mismo traiciona sus palabras cuando, al borde de las lágrimas, apenas puede responder a algunas de las preguntas de los periodistas que le recuerdan que será la última vez que afronte la ronda gala.
«No sabría como analizar toda la emoción que me provoca esta carrera», afirmó el británico con voz quebrada.
Cavendish, que acaba de cumplir 38 años, sabe que ganar esprints en este Tour no será una tarea fácil porque el nivel de los que se los disputan es muy elevado, pero también porque hay pocas etapas donde sea posible una llegada agrupada.
El británico ha conseguido 35 triunfos de etapa en su carrera en el Tour, las mismas que Merckx, por lo que tiene a su alcance un récord que le metería, todavía más, en la historia de la ronda francesa.
«No sé lo que significa,…», aseguróa antes de detenerse, de llevarse las manos a los ojos para enjugar las lágrima.
«Esta carrera me ha dado las emociones más increíbles. Me arrepentiría si no tratara de disfrutarlo hasta el final y eso significa ir a buscar más triunfos», dijo.
Uno de sus principales rivales para las pocas llegadas al esprint que se esperan será el holandés Dylan Groenewegen, quien deseó que Cavendish se convierta en el ciclista con más triunfos en la historia del Tour.
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