El primer ministro polaco, Donald Tusk, declaró este jueves que su Gobierno no descarta imponer un embargo a la importación de productos agroalimentarios rusos, al igual que hizo Letonia como primer país europeo la semana pasada.
«Estamos estudiando detenidamente la decisión de Letonia y no descarto que Polonia tome una iniciativa similar en este sentido», aseguró Tusk, en una comparecencia con su homóloga letona Evika Silina, de visita en Varsovia.
Añadió que «pocas personas se dan cuenta de que los mercados (agrícolas europeos) están desestabilizados por los productos de Rusia y Bielorrusia».
Desde el comienzo de la guerra de Ucrania, el comercio entre Rusia y Polonia ha disminuido de forma significativa, pero Varsovia sigue importando productos como crudo licuado, aluminio, fertilizantes y goma sintética y, en el ámbito alimentario, pescado, cebollas, puerros y ajos, entre otros.
Según destacó el primer ministro polaco, «el problema de la competencia desigual en las importaciones de alimentos y cereales a Polonia y la Unión Europea no es sólo un problema con Ucrania».
Agricultores de Polonia
Tusk apeló por ello a «las instituciones de la UE para que consideren seriamente mejorar sus regulaciones y la seguridad en las importaciones desde el este de Europa».
Desde hace semanas, los agricultores de Polonia y otros países europeos mantienen una campaña de protestas contra la entrada en la Unión de productos agroalimentarios ucranianos, que según ellos ha provocado el desplome de los precios y una crisis en el mercado agrícola».
«Queremos ayudar a Ucrania (…) pero queremos proteger a nuestros agricultores. Letonia tiene un problema similar, si bien a una escala ligeramente diferente», subrayó Tusk, quien tiene previsto reunirse hoy con representantes de las asociaciones de agricultores polacos.
El primer ministro se refirió también a «las preocupantes señales que llegan de Transnistria», la región separatista de Moldavia cuyas autoridades han reclamado este miércoles «protección» a Moscú.
El jefe del Ejecutivo polaco explicó que la seguridad en el este de Europa, la colaboración militar bilateral y la situación de los agricultores europeos en el contexto de la guerra de Ucrania fueron los temas que ocuparon las conversaciones entre ambos mandatarios.
«Tenemos varios proyectos comunes con Letonia, como la sincronización de las redes eléctricas, mejorar las conexiones de transportes, en especial la red ferroviaria, y aumentar la cooperación energética», dijo Donald Tusk.
El Parlamento letón (Saeima) aprobó la semana pasada la prohibición de importar productos agrícolas rusos y bielorrusos así como alimentos para animales de los mismos países para el consumo interno, conviertiéndose en el primer país europeo en adoptar este paso.
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