Jerusalén.- Fuerzas israelíes cargaron hoy contra manifestantes israelíes que protestaron contra la ocupación de territorio palestino en el barrio de Sheij Yarrah, en Jerusalén Este, y en la población cisjordana de Huwara, que el domingo pasado sufrió el ataque de mayor dimensión cometido por colonos en décadas.
«¿Donde estabais en Huwara?», gritaban los asistentes, denunciando inacción por parte de las fuerzas de seguridad israelíes cuando la semana pasada cientos de colonos irrumpieron en Huwara, quemando casas y coches y causando la muerte de un palestino tras un ataque en el pueblo que acabó con la vida de dos colonos israelíes.
En Sheij Yarrah, barrio de Jerusalén Este donde varias familias están en riesgo de ser desalojadas de sus casas en favor de colonos judíos, un grupo de activistas israelíes del grupo antiocupación Jerusalén Libre saltó un cordón policial para acceder en un área donde viven colonos y protestar contra el desalojo de palestinos.
Agentes policiales usaron medios de dispersión para sacarlos de la zona y rociaron con un camión de agua fétida a otros manifestantes.
Las protestas en Sheij Yarrah por parte de israelíes contra la ocupación se producen cada viernes desde hace años, y hoy juntaron a cientos de personas mientras la región sigue tensionada por la reciente escalada de violencia en el conflicto palestino-israelí.
En total, la Policía arrestó a ocho personas sospechosas de alterar «el orden público» y generar «desorden».
Por otro lado, en Huwara, el Ejército israelí lanzó granadas de aturdimiento a cientos de activistas israelíes que quisieron visitar la localidad para expresar solidaridad con sus habitantes tras el ataque por parte de colonos judíos, informó el diario Haaretz.
Según denunciaron, los soldados les quisieron impedir el paso mientras siguen permitiendo la entrada de colonos al pueblo.
En lo que va de 2023, la región vive su inicio de año más violento desde el 2000, con al menos 65 palestinos muertos en enfrentamientos e incidentes violentos de distinta índole con Israel. Del lado israelí, han muerto 14 personas por ataques de palestinos cometidos en territorio ocupado.
La tensión ha aumentado también estos meses con el actual Gobierno de Benjamín Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel y con partidos de ultraderecha como socios que instan a aplicar más mano dura contra palestinos y profundizar la colonización israelí.
Israel se hizo con el control de Jerusalén Este y Cisjordania en 1967. Desde entonces mantiene una ocupación sobre estos territorios que es de las más largas en la historia reciente.
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