Al menos 17 personas fueron asesinadas este jueves en un ataque de hombres armados en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), en la provincia de Ituri, informaron hoy a EFE fuentes cercanas al Ejército congoleño.
«Ayer, mientras la gente estaba trabajando en sus campos, aparecieron de repente estos milicianos, que mataron a 17 personas, todos agricultores, y secuestraron a otros», dijo a EFE por teléfono Jean Jacques Openji, coordinador de «Allez-y-les FARDC» («Vamos, FARDC»), una organización que apoya las acciones de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC).
Los autores del ataque «sorpresa» en el pueblo de Balingina, en la jefatura de Walese Vonkutu, en el territorio de Irumu, aún no han sido identificados.
«No sabemos realmente si fueron las milicias Maï-Maï (como se denomina a grupos populares armados de autodefensa) o las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que tienen una fuerte presencia aquí y atacan a civiles prácticamente todos los días», detalló Openji.
«Pero las FARDC ya han sido informadas y están sobre el terreno, dando caza a esos milicianos», añadió.
Situado a pocos kilómetros de Komanda, capital de la jefatura vecina de Basili, Balingina ha sido atacado varias veces por los rebeldes de origen ugandés de las ADF, que han forzado el desplazamiento en varias ocasiones de los habitantes del pueblo.
«En un momento dado, la población huyó de la aldea y, gracias al Ejército, ha regresado, pero aquí de nuevo estos Maï-Maï no han hecho más que causar estragos», lamentó el coordinador de «Allez-y-les FARDC».
Los objetivos de las ADF son difusos más allá de una posible vinculación con el Estado Islámico, que en ocasiones se responsabiliza de los ataques del grupo armado.
Aunque los expertos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no hallaron pruebas de un apoyo directo del EI a las ADF, Estados Unidos las identifica desde 2021 como «una organización terrorista» afiliada al grupo yihadista.
Si bien tienen sus bases en el este de la RDC, las autoridades de la vecina Uganda acusan al grupo de organizar ataques dentro de su territorio, como el del pasado 16 de junio, en el que al menos 42 personas murieron, incluyendo 37 estudiantes, en una incursión contra una escuela del distrito de Kasese (oeste).
Para terminar con las ADF, los ejércitos de la RDC y Uganda empezaron en noviembre de 2021 una operación militar conjunta en suelo congoleño que sigue en curso, pero los ataques rebeldes no han cesado.
Desde 1998 el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en la RDC (Monusco), con unos 16.000 uniformados sobre el terreno.
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, de acuerdo con el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), el extremo oriental de la RDC es el campo de batalla de unos 120 grupos rebeldes.
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