Kabul.- Al menos dos personas murieron y otras siete resultaron heridas en un ataque terrorista este sábado contra un templo de la minoría sij en Kabul, que concluyó tras un tiroteo con la muerte de un número indeterminado de atacantes.
«El ataque (…) terminó con la eliminación de los insurgentes. Las fuerzas de seguridad pudieron actuar rápidamente para controlar el ataque y eliminar en poco tiempo a los atacantes evitando más víctimas», aseguró en Twitter el portavoz de la Policía de Kabul, Khalid Zadran, que no aclaró cuántos terroristas participaron.
El portavoz lamentó sin embargo que «en el ataque un compatriota hindú murió y otros siete resultaron heridos», además del fallecimiento de uno de los miembros de las fuerzas de seguridad.
Zadran había detallado antes que los atacantes planearon detonar un vehículo cargado de explosivos «en un lugar concurrido, pero afortunadamente no lograron su objetivo y el coche bomba explotó antes de llegar a su objetivo sin causar víctimas».
El atentado contra el templo sij o «gurdwara» en el centro de la capital comenzó a primera hora de la mañana con explosiones y la participación de varios atacantes, según dijo a Efe el jefe de Policía de la zona, Hazrat Khalid.
En las imágenes del ataque compartidas en las redes sociales se puede ver parte del complejo donde se encuentra el templo en llamas, con una columna de humo visible desde lejos.
ATAQUES CONTRA MINORIAS
Ningún grupo armado ha reclamado la autoría del ataque, aunque la formación que suele estar detrás de este tipo de acciones contra minorías es el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que se ha convertido en la principal amenaza a la estabilidad de Afganistán desde el regreso de los talibanes al poder el pasado 15 de agosto.
Precisamente coincidiendo con el regreso de los talibanes al poder una parte importante de la comunidad hindú y sij en Afganistán huyó del país con destino a la India, donde se encuentran la mayoría de los fieles de estas dos religiones originarias del subcontinente.
El Ministerio de Exteriores indio, en un comunicado, mostró su «profunda preocupación» por la información del ataque a la «gurdwara», y señaló que estaba «monitoreando de cerca la situación» a la espera de más detalles.
La India ha recibido duras críticas durante las últimas semanas por parte de países islámicos después de que dos miembros del gubernamental partido hinduista BJP comentaran en un programa de televisión y en las redes sociales detalles de la vida del profeta Mahoma, como que se casó con una niña, algo que desencadenó amenazas yihadistas que prometieron venganza.
El último gran atentado contra la comunidad sij o hindú en Afganistán ocurrió en marzo de 2020, cuando el Estado Islámico cometió un atentado suicida contra otro templo sij en Kabul en el que murieron 25 fieles y al menos un atacante.
También en 2018 el EI reivindicó el ataque suicida en el que murió el único candidato sij para las elecciones parlamentarias de ese año, Awtar Singh Khalsa, además de otros 12 miembros de esa comunidad religiosa en la ciudad oriental de Jalalabad.
Desde que los talibanes regresaron al poder, el Estado Islámico ha reivindicado numerosos atentados, sobre todo contra miembros de la minoría chií hazara, a los que considera apóstatas.
La garantía de la seguridad y el control del yihadismo fue una de las grandes reivindicaciones de los talibanes desde su regreso al poder. Sin embargo, el yihadismo ha multiplicado sus ataques en el último año, el mayor de ellos el atentado contra el aeropuerto de Kabul el pasado 26 de agosto, que causó unos 170 muertos.
EFE
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