La Paz.- La fiesta andina de la Alasita, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, se inauguró este viernes en Bolivia con pedidos de paz social y unidad, cuando el país se prepara para celebrar nuevas elecciones nacionales.
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, y el alcalde de La Paz, Luis Revilla, presidieron el acto inaugural de la feria de los sueños en miniatura, acompañados de ministros y miembros del cuerpo diplomático.
Pedidos de paz y unidad
«Esta fiesta tradicional con una leyenda tan linda nos enseña, por ejemplo, de que la paz siempre le gana a la violencia y esto es lo que siempre estamos practicando», mencionó Áñez en su discurso.
La presidenta boliviana, nacida en la región amazónica de Beni, en el noreste del país, recordó que en su tierra «también» se celebra esta tradición que «llena de orgullo y es un patrimonio cultural».
Aunque la costumbre es propia de los Andes bolivianos, se expandió por la migración de personas del occidente a la región oriental boliviana.
Al discurso de Áñez precedió el del Revilla, que hizo votos «para que haya paz, para que haya unidad, para que haya confraternidad en nuestro país y entre todos los bolivianos».
Bolivia atravesó hace unos meses una crisis política y social que derivó en el cambio de Gobierno tras la renuncia de Evo Morales el 10 de noviembre denunciando un golpe de Estado, después de los comicios del 20 de octubre sobre los que pesaron denuncias de fraude a su favor.
Miniaturas alusivas a la elección
Una de las novedades en los puestos de venta de miniaturas fue el material electoral, que cada visitante podía comprar por menos de 25 centavos de dólar la pieza, para realizar una votación de fantasías.
«Libro de actas de sufragio, Elecciones Generales Alasitas democráticas», dice una planilla que contiene certificados de votación, que se entrega a la persona que vota.
La papeleta tiene entre los candidatos a la presidenta Áñez, a los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga, a los exlíderes cívicos Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, además del joven cocalero Andrónico Rodríguez, que hasta hace poco se creía podía ser el reemplazo de Evo Morales.
Esa réplica de la realidad se cierra con una pequeña ánfora en la que está inscrita la identificación de las elecciones de las Alasitas Democráticas, que tiene una de sus paredes transparentes en las que se observan las papeletas que contiene.
Los pedidos de los bolivianos
Tras el acto de inauguración de la feria de Alasita, que significa cómprame en aimara, miles de personas se acercaron a los puestos de venta de miniaturas para comprar la representación que plasma sus sueños materiales.
Pequeños edificios, vehículos de toda clase, billetes en abundancia, títulos universitarios, certificados de salud, cestos con productos de alimentos que replican las etiquetas de marcas mundialmente conocidas, una variedad para escoger.
La tradición reza que al medio día del 24 de enero cada quien debe comprar su miniatura con mucha fe para que en el transcurso del año se haga realidad.
Después de la compra del objeto preciado se suele realizar una doble bendición, ya sea ante un sabio andino que bendice la miniatura con alcohol, pétalos de flores y una pequeña brasa manual que se alimenta con incienso para atraer las buenas energías.
La otra forma es que un sacerdote católico haga esa bendición, por que los creyentes suelen visitar un templo cercano e implorar a Dios que aquel pedido que hace se haga realidad.
El Ekeko es la deidad andina por excelencia que está vinculada a la abundancia y al cumplimiento de los sueños materiales de las personas que acuden a él a pedirle favores con una fe inquebrantable.
Habitualmente se lo representa como un hombre algo obeso, sonriente, con un bigote fino y un cigarrillo entre los labios, cargado con un sinfín de objetos preciados y con vestuario típico de Los Andes.
Los recorridos rituales en La Paz durante la festividad de Alasita, celebrada cada 24 de enero, fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 2017.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!