Brasilia.- El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, concluyó este viernes una visita a Brasil convencido de que tanto la Unión Europea (UE) como «el mundo» necesitan a este país «comprometido con la lucha contra el cambio climático».
Borrell puso fin en Brasilia a la que ha sido su primera visita a América Latina desde que asumió el cargo, en diciembre de 2019, y que le llevó también a Perú, donde ha transmitido el «respeto» y el «apoyo» de la UE al «proceso de transformación» que encabeza el presidente Pedro Castillo.
Su última actividad en la capital brasileña ha sido un encuentro con el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, que ocurrió en la misma semana en que la Cámara Alta aprobó un proyecto que adapta algunas normas nacionales a los términos del Acuerdo de París.
Borrell dijo a Efe que se trata de unas «buenas señales», que se suman a las nuevas metas medioambientales anunciadas por Brasil también esta semana en el marco de la COP26 y añadió que pudieran ayudar a destrabar el proceso de ratificación del acuerdo comercial UE-Mercosur, anunciado en 2019 tras dos décadas de negociaciones.
Ese proceso, sin embargo, enfrenta ahora la reticencia de algunos países y del propio Parlamento Europeo, que dudan de la voluntad del Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro para cumplir cláusulas de preservación ambiental incluidas en el acuerdo.
«Brasil es un socio imprescindible» y tanto la UE como «el mundo necesitan que esté comprometido con la lucha contra el cambio climático», declaró Borrell, quien consideró que el problema central está en las elevadas tasas de deforestación en la región amazónica.
En ese marco, valoró las metas que Brasil anunció en la COP26, que plantean acabar con la deforestación en la Amazonía para 2028 y alcanzar en 2050 la neutralidad de carbono, entre otros objetivos.
«Es un país con un papel enorme en la energía renovable, tiene emisiones bajas para su dimensión, pero unas tasas de deforestación muy elevadas», apuntó el diplomático español, quien sin embargo dijo que las metas anunciadas en Glasgow pueden ser un «buen punto de partida» para mejorar la imagen brasileña.
«Ese compromiso es muy positivo, pero ahora hay que consolidarlo y confiar en que no sea sólo el primer paso en esa dirección», dijo.
Borrell explicó que esos asuntos los trató en un breve encuentro con Bolsonaro y en una larga reunión de trabajo que sostuvo con el canciller brasileño, Carlos França.
Así como hizo en su visita a Lima, Borrell insistió en la que UE debe «trabajar más» con América Latina, una región marcada por unas fuertes desigualdades, que pueden agudizarse tras el impacto de la pandemia de la covid-19.
Borrell explicó que en su primer viaje a América Latina optó por visitar Perú y Brasil hasta por las propias diferencias que existen hoy entre ambos países.
«Uno con una orientación izquierdista, otro más a la derecha. Uno más desarrollado y otro en medio de una transformación política muy importante», y en los que dijo haber expresado de igual forma «el espíritu de colaboración y el respeto a la pluralidad política» que impera en la Unión Europea.
Sobre los problemas políticos que enfrenta el Gobierno peruano, que este mismo jueves obtuvo un voto de confianza del Congreso al gabinete que encabeza Mirtha Vásquez, Borrell dijo que otro de los objetivos de su viaje a Lima fue «expresarle apoyo a un señor (por Castillo) que ha ganado las elecciones, así sea por pocos votos».
Tanto en el caso de Perú como en el de Brasil, así como para el resto de América Latina, Borrell afirmó que la UE ofrece cooperación para el desarrollo social y económico y que «está siempre para echar una mano», incluso con el fenómeno migratorio desatado en Venezuela en los últimos años, que ha debatido también en este viaje.
Eduardo Davis EFE
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