Ciudad Guayana.-Cárcava de la “indolencia” crece sin detenerse a un lado del estadio de softbol de la Ferrominera Orinoco; también representa una amenaza para escolares de la Unidad Educativa Diego de Ordaz I.
Comenzó con el colapso de una de las alcantarillas subterráneas que pasan por debajo de la carrera Guasipati. El agua de lluvia empezó a salir, luego a socavar hasta convertirse en un inmenso cráter, quedó de esta manera, ante la mirada de los mortales.
El problema era del conocimiento de la gestión del exgobernador Francisco Rangel Gómez, igual de los alcaldes que pasaron por el municipio Caroní, ahora, el gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera y el actual burgomaestre Tito Oviedo, lo saben.
Son varios metros de abertura, actualmente comenzó un bote de aguas blancas. El tubo principal que suministra el preciado líquido al estadio de sóftbol y a la sede del sindicato, se fracturó y son miles de litros del líquido vital que se pierden a diario.
El agujero en plena vía pública, representa un peligro para los escolares del Diego de Ordaz, también a transeúntes y tráfico automotor.
Aquellos ciudadanos que no saben que el “hueco de la indolencia” es un riesgo en la carrera Guasipati, pudiera caer al precipicio y sufrir graves lesiones.
Comerciantes y lugareños hacen un llamado al gobernador Justo Noguera, igual al alcalde Tito Oviedo, para que tomen los correctivos, antes que ocurra un hecho que lamentar.
Bladimir Martínez Ladera
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