Madrid.- Un equipo internacional de científicos investigadores han descubierto un mecanismo que podría servir para revertir el envejecimiento celular y para tratar algunos trastornos relacionados con el envejecimiento, como el desgaste del cartílago articular o artrosis.
La investigación ha sido coordinada por los investigadores españoles Pedro Guillén (Clínica Cemtro de Madrid) y Juan Carlos Izpisúa (Instituto Salk de California) y los resultados del trabajo se han publicado en la revista «Cell Research».
Según los investigadores, el descubrimiento puede suponer un importante avance en la lucha por mejorar el tratamiento y la cura de la artrosis, la enfermedad más prevalente en el ser humano a partir de los 50 años.
En una nota de prensa difundida, los responsables de la investigación han observado que el correcto funcionamiento de todas las células del cuerpo humano, incluidas las células madre, está regulado por los ritmos «circadianos».
Cualquier alteración que afecte a esos ritmos se traduce en la aparición de enfermedades, ya que el sistema circadiano humano está compuesto por un conjunto de estructuras organizadas que funcionan de forma coordinada.
Los investigadores han comprobado las potencialidades terapéuticas que pueden llegar a tener esos «ritmos circadianos», y que al modificar la expresión de un gen (el Gen CLOCK) se puede revertir el envejecimiento celular y tratar los trastornos relacionados con el envejecimiento, entre ellos el desgaste del cartílago articular o artrosis.
Los investigadores han comprobado que durante el envejecimiento se producen cambios en la célula del cartílago (el condrocito) al disminuir los niveles de ese gen; un descenso que en el caso de la artrosis se produce de una manera muy pronunciada, y se plantearon qué ocurriría si consiguieran revertir ese descenso.
La respuesta consistió en que, al aumentar su expresión en los «condrocitos» viejos de ratones, se activaron los genes involucrados en la formación de cartílago, con una importante disminución de la respuesta inflamatoria.
Los autores han subrayado además que este descubrimiento abre la puerta para poder restaurar la función articular dañada, al rejuvenecer los condrocitos y facilitar la regeneración del cartílago y al mismo tiempo aliviar los síntomas que causa la artrosis.
Se trata del tercer trabajo de investigación que este equipo de profesores ha realizado sobre la artrosis; el primero fue publicado el pasado mes de julio en la revista Nature y el segundo se publicó en enero en la revista Cell Protein.
La investigación, en la que han participado numerosos investigadores del Instituto Salk estadounidense, de la Clínica Cemtro y de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) ha contado con financiación de la Fundación MAPFRE, la Fundación Telefónica y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
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