El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció su adhesión al Tratado de No Proliferación de los Combustibles Fósiles, que cuenta ya con el respaldo de una decena de países, durante un evento de alto nivel en la Cumbre de Cambio Climático (COP28) de las Naciones Unidas, en Dubái.
De esta forma, el país latinoamericano se convierte en el primer Estado continental que se une a este compromiso internacional, que nació en 2019 con el impulso de varios archipiélagos-Estado del océano Pacífico, Asia y el Caribe como Tuvalu, Timor-Leste, Antigua y Barbuda, Fiji y Vanuatu, cuyos representantes estuvieron presentes en el acto de hoy.
«Es una paradoja que aquí, en esta mesa, está la primera línea de los pueblos más afectados por la crisis climática y un país como el que yo represento, que vive del petróleo, porque mi país ha solicitado y firmado el Tratado de No Proliferación de los Combustibles Fósiles», dijo durante su intervención el líder colombiano.
Cero exploración
Petro afirmó que este documento, de momento sin fuerza legal, implica «cero exploración nueva» y «cero proyecto de explotación nueva en el mundo», después de considerar que los actuales yacimientos ya encontrados, «si se explotaran, llevarán a una temperatura de 3ºC, es decir, al borde del colapso vital del planeta».
«Allá incluso en mi propia sociedad habrá quien diga que cómo se le ocurre al presidente del país producir un suicidio económico, dado que nosotros dependemos del petróleo», planteó Petro.
Sin embargo, aclaró qué representa este tratado tanto para Colombia como para el planeta: «Resulta que no es un suicidio económico. Estar aquí es tratar de detener un suicidio. La palabra exacta es omnicidio; la muerte de todo lo vivo, la muerte integral de todo lo existente. El omnicido es un suicidio a la potencia planetaria. No es un suicidio económico lo que estamos evitando. Evitamos un omnicidio. No hay otro camino», declaró.
Asimismo, criticó cómo determinados países y empresas siguen anteponiendo sus intereses económicos por encima del bien general y de la vida de todos los seres humanos de la Tierra a pesar de todas las pruebas científicas y desastres naturales en marcha como consecuencia de la crisis climática.
Colombia cuestiona la COP28
De hecho, cuestionó que la COP28 se celebre este año en Emiratos Árabes Unidos, uno de los productores de petróleo más importantes del mundo, y que refuerza la «maquinaria industrial de los países desarrollados» que hasta ahora son los que mayormente han contribuido a las emisiones de efecto invernadero con el uso de petróleo, gas y carbón.
No obstante, señaló que la acogida emiratí de este evento demuestra que es «evidente que no se puede vivir de petróleo» y se requiere de «una transición» para acabar con el actual sistema.
«El capitalismo actúa para evitar un cambio en el sistema y mantener las ganancias de los inversores», apuntó antes de añadir que en el día de hoy se enfrenta «el capital fósil contra la vida humana» al tiempo que «hay que tomar posición al lado de la vida».
«Colombia, que depende del petróleo, se posiciona al lado de la vida», reafirmó Petro, quien reconoció el liderazgo de los archipiélagos del Pacífico que abrieron camino para poner en marcha este Tratado.
El político colombiano recordó que en los últimos años estas islas han empezado a perder terreno por la subida del nivel del mar derivada del deshielo de los cascos polares ante el incremento de las temperaturas, todo ello por el consumo de carburantes de «una pequeña élite» y cuyos efectos pasan factura a toda la humanidad.
Con la adhesión de Colombia ya son diez naciones de cuatro continentes que apoyan este Tratado, que cuenta con el apoyo formal del Parlamento Europeo y la Organización Mundial de la Salud.
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