Más de 55 niños del sector San José de Chirica, en el municipio Caroní, recibieron alegría está Navidad a través de la Dirección de Juventud y los voluntarios de la Cruz Roja Venezolana Filial Ciudad Guayana.
Estas acciones humanitarias se realizaron en la sede del comedor de la Fundación «Me Diste de Comer» y la Casa de Espiritualidad Emaús, donde se atendieron niños y niñas desde los 06 meses hasta adolescentes de 14 años, quienes vivieron una mañana diferente, con diversas actividades recreativas ofrecidas por los voluntarios cruzrojistas.
Patrizia Tibari, presidenta de la Cruz Roja en Ciudad Guayana, destacó que con esta jornada especial, no solo se logró brindar sonrisas a los niños y jóvenes, sino que además se les hablo sobre diversos temas.
«Fue un día donde los voluntarios llevaron una mano amiga a esta comunidad vulnerable de San Félix. Allí pudimos apreciar la alegría de los niños, escucharles reir, cantar y ver su felicidad al jugar o pintarse la carita», comentó Tibari.
Servir a la humanidad
Por su parte, Odalis Peinado, directora de Juventud, agradeció a la colectividad guayanesa que donó juguetes tanto en la sede de la Cruz Roja, ubicada en la urbanización Ventuari como en el Centro Comercial Plaza Atlántico y otros espacios.
Explicó que con apoyo de la Dirección de Salud, se dictó una charla sobre el correcto lavado de manos. Entre tanto, los brigadistas de juventud ofrecieron una breve inducción sobre qué hacer ante un desastre o contingencia.
Peinado, informó que en todas las 41 Filiales de la Sociedad Venezolana de la Cruz Roja, se está desarollando estás acciones humanitarias en favor de las comunidades que más lo necesiten «Nosotros desde Ciudad Guayana hemos también hecho nuestro aporte para darle una bonita Navidad a los pequeños del sector San José de Chirica», afirmó.
Apoyo a los más vulnerables
Por otro lado, la profesora Jenny Fuenmayor, responsable de la Casa de Espiritualidad Emaús, expresó su total agradecimiento a la Cruz Roja por haber brindado un día lleno de alegría a los niños y niñas que acuden a estás instalaciones.
«Agradecida por considerar nuestra casa como un espacio de encuentro, alegría y compartir fraterno con la comunidad», manifestó Fuenmayor.
Indicó que junto a su esposo Héctor Bonalde encabezan ambas organizaciones y que estás funcionan hace décadas «El comedor tiene alrededor de 21 años de funcionamiepnto y ha llegado a atender hasta 100 personas (mayoritariamente niños), mientras que la Casa de Espiritualidad Emaús tiene aproximadamente 15 años de funcionamiento».
También aclaró que, en la actualidad atienden a más 40 niños y 10 adultos «contamos con 6 mujeres quienes se encargan de la elaboración de los alimentos».
De igual forma, Jenny Fuenmayor, invitó a la Cruz Roja Ciudad Guayana a mantener el acercamiento en aras de seguir trabajando de forma conjunta «Ha sido una gran oportunidad para establecer alianzas que contribuyan al bien de este sector», concluyó.
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