Altas tasas de desempleo se observan en las calles de Upata, al ver a padres, madres, niños, niñas, jóvenes y adultos, vendiendo todo tipo de producto en las calles y adyacencias del Mercado Municipal, los cuales plantean estrategias efectivas para facilitar su inserción en cualquier sitio de la localidad o fuera de ella.
Claudia Morales, se dedica junto a sus hijos menores a vender bolsas de ajo, adobo, cubitos y aliños en las calles de Upata, “no puedo quedarme en mi casa a esperar que venga alguien a traerme los alimentos para mis hijos, tengo que salir a trabajar”, esta fémina con apenas 29 años, graduada de Administradora, manifestó que introdujo sus papeles en varias empresas y nunca le dieron respuestas de trabajo, por tanto, tuvo que salir a trabajar la economía informal.
Jóvenes en las calles
Asimismo, Juan Carlos Valor, informó que se graduó como Abogado y ante la falta de empleo, tuvo que tomar las calles para vender cualquier producto y así ayudar a su señora madre en el hogar, “vendo cigarrillos, dólares, café, para poder llevar el sustento a mi casa, aquí en Venezuela no se consigue empleo, las empresas ya no contratan personal desde la pandemia hace cuatro años”.
Puestos de ventas de alimentos, entre otros productos, se observan en las calles de Upata, la pandemia marcó un recrudecimiento de las condiciones de pobreza en todo el país, y Upata no se escapó de esa realidad.
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