El vicepresidente de la Cámara Venezolana de Editores, Julio Mazparrote, denunció la disminución en la producción de textos escolares dentro de Venezuela, durante una entrevista concedida a Unión Radio.
Detalló que había 25 editoriales de textos escolares en el país para 2010, de la cuales solo se contabilizan ocho en la actualidad, lo que representa un decrecimiento «importante» de la producción, en cifras: un 68 %.
Entre las causas, señaló Mazparrote, no solo se refleja el costo que representa la adquisición del material, sino que se contempla además la «evolución» del uso de textos escolares, tras la pandemia y virtualización de las clases.
Aseguró que durante los últimos dos años «prácticamente los textos escolares no se vendieron», sin embargo, el panorama que describe el vicepresidente de la Cámara Venezolana de Editores retrata la vuelta a los textos físicos, de acuerdo al comportamiento de los consumidores en los primeros meses del 2022.
A su criterio, el cambio se produjo luego de que padres y profesores concluyeran que era necesario «despegar a los niños de las pantallas». En tanto, estima una recuperación progresiva en el retorno a las aulas en octubre.
Inconvenientes
Mazparrote indicó que, pese al incremento en el uso de internet para el aprendizaje, no la considera un «enemigo»; en cambio, «puede ser un gran aliado, si se sabe utilizar».
No obstante, destacó que la piratería sí perjudicó a las casas editoriales, al registrarse una proliferación en la distribución de copias sin autorización, físicas y digitales.
Agregó también que la «prohibición» impuesta para distribuir textos en colegios públicos ha afectado las cifras de producción. Aseveró solo dotan «de textos a los colegios privados, tenemos prohibida la entrada a estos y representan el 80 % de la educación en el país».
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