El primer ministro egipcio, Mustafa Madbuli, presentó este miércoles su nuevo Gobierno, con cambios en una veintena de carteras, en un momento en el que las autoridades están aplicando una retahíla de medidas impopulares para hacer frente a la crisis económica.
Madbuli y los 30 miembros de su nuevo Ejecutivo continuista prestaron juramento al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, quien hace un mes le renovó el encargo de formar un nuevo Gobierno tecnócrata para dar un impulso a la frágil situación económica del país.
Entre las caras nuevas destacan los ministros de las principales carteras como Defensa, Finanzas, Inversión y Comercio Exterior, así como Petróleo y Recursos Minerales, Electricidad y Energía Renovable y Comunicación y Tecnología de Información.
También hay cambios al frente de Exteriores, una cartera que liderará el diplomático Badr Abdelatty, de 58 años y que ha ejercido durante décadas de embajador en varios países occidentales como EE.UU., la Unión Europea e incluso Israel, un bagaje que puede ser de utilidad en la mediación para detener la guerra en Gaza.
Abdelatty sustituye así al veterano Sameh Shukri, de 71 años y con una década de jefe de la diplomacia de Egipto a sus espaldas, en los que se ha encargado de dar la cara por Al Sisi a las críticas por la situación de los derechos humanos en el país, además de justificar la falta de contundencia de El Cairo ante las acciones de Israel en Gaza.
Entre los pocos que se mantienen en el puesto figuran los de Interior, Mahmud Tawfiq, y Producción Militar, Mohamed Salahedin.
También continúan los de Transporte, Kamel al Wazir, a quien se le añadió la cartera de Industria, y el de Salud y Población, Jaled Abdelghafar. Además, estos dos titulares fueron nombrados viceprimeros ministros.
En el nuevo gabinete, que incluye solo cuatro mujeres, desaparecen la carteras de Planificación y Desarrollo Económico, e Inversión y Cooperación Internacional, que pasan a denominarse Inversión y Comercio Exterior y Desarrollo Local.
La formación del nuevo Gobierno, que coincidió con cambios en los gobernadores de las 27 provincias del país árabe más poblado, llega en un momento de creciente descontento social por las consecuencias de la crisis económica, que se ha recrudecido en los últimos años.
Esa crisis, marcada por una inflación galopante y la incesante subida de los precios, se suma a las repercusiones de los programas de financiación y reforma estructural económica aplicados por Egipto a exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Entre ellas, figura un plan de cortes de electricidad en todo el país desde mediados de 2023 con el fin de ahorrar gas natural para exportar el excedente y obtener divisas para sus importaciones, mayoritariamente de alimentos, para los más de 106 millones de habitantes de Egipto.
SISI
El creciente enfado social llevó a Al Sisi a ordenar la semana pasada al Gobierno reducir «de forma inmediata» los cortes eléctricos, y que «ponga fin completamente, lo ante posible, a la crisis» por la electricidad.
El primer Ejecutivo de Madbuli, formado en 2018 e integrado por 33 miembros, anunció avances económicos en los últimos meses, sobre todo la obtención de unos 57.000 millones de dólares gracias a acuerdos de inversión, ayudas para el desarrollo y un programa de financiación del FMI, que ha permitido al país salir del paso de su crisis.
Pese a ello, Egipto parece aún lejos de superar esta crisis, ya que debe pagar este año unos 42.000 millones de dólares en vencimiento de deuda, parte de los 160.000 millones totales que adeuda en la actualidad.
El nuevo Ejecutivo tiene el encargo de «continuar en la vía de la reforma económica, con especial interés en la atracción y el aumento de inversiones locales y extranjeras», según la Presidencia egipcia.
Otra prioridad será «fomentar el crecimiento del sector privado, así como redoblar los esfuerzos para limitar el alza de los precios y la inflación»: los principales «desafíos a los que se enfrenta el Estado», según Al Sisi.
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