Roma.- El Juventus, dos veces campeón de Europa pero sin títulos desde 1996, rival del Villarreal en los octavos de final de la Liga de Campeones, es un coloso en crisis, que tras dominar el fútbol italiano durante una década, entró en un profundo proceso de involución.
Eliminado dos veces consecutivas en los octavos de final de la Liga de Campeones, contra el Lyon y el Oporto, y clasificado en la Copa de Europa en la última jornada del último campeonato, el Juventus es ahora sexto en la tabla, a doce puntos el liderato y a ocho de la cuarta plaza.
Eso sí, sin brillar, consiguió avanzar a los octavos de final de la Copa de Europa como líder de su grupo por delante del Chelsea, vigente campeón, gracias a la derrota del conjunto inglés en la última jornada frente al Zenit San Petersburgo.
Tras despedir a Massimiliano Allegri en 2019, el hombre que ganó cinco títulos ligueros y cuatro Copas Italia en cinco años, para apostar por un juego más ofensivo, el Juventus ha visto bajar su rendimiento. Un bajón fisiológico tras tantos años en la elite, pero que tuvo importantes consecuencias económicas y deportivas.
Ganó el título liguero con Maurizio Sarri en 2020 y entregó el cetro el año pasado en la gestión de Andrea Pirlo, acabada con una Copa Italia y una Supercopa italiana.
Las dos eliminaciones en octavos de «Champions» ante equipos a priori menos preparados, como el Lyon y el Oporto, certificaron la involución de un club que volvió a fichar a Allegri como entrenador en la presente temporada. Tras ver que el camino del buen juego no dio dividendos, la dirección deportiva volvió a apostar por la organización y atención defensiva del técnico toscano.
Pero hasta este momento el rendimiento del Juventus, que vendió al portugués Cristiano Ronaldo al Manchester United, ha sido negativo y marcado por altibajos.
Tardó cinco jornadas para ganar su primer partido en la Serie A y ya cayó tres veces en casa, ante el Sassuolo, el Empoli y el Atalanta. Es sexto en la tabla, a ocho puntos de los puestos de Liga de Campeones y a doce del líder Milan.
Solo marcó 23 goles en 17 jornadas y recibió 17, números insuficientes para pelear por el título liguero.
Al Juventus le costó sobreponerse a la baja del argentino Paulo Dybala, quien marcó ocho goles pero sigue sin conseguir tener continuidad a causa de una serie de problemas físicos.
El español Álvaro Morata contribuyó con seis goles en 21 partidos, pero al Juventus siguen faltando goles del centro del campo.
Allegri tendrá dos meses para intentar cambiar la dinámica de la temporada y dar una identidad más clara a su equipo, en busca de nuevas motivaciones.
Con el preparador toscano, el Juventus ya alcanzó dos finales de la Liga de Campeones, pero las perdió contra el Barcelona en 2015 y el Real Madrid en 2017.
La Copa de Europa es la gran obsesión del conjunto turinés, que desde su último título, en 1996, perdió cinco finales, en 1997, 1998, 2003, 2015 y 2017.
Andrea Montolivo EFE
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