En una alianza con la organización Children’s Understanding of Well-being (CUWB) y la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana (Ucab Guayana) realizó un estudio, pionero en Venezuela, sobre el bienestar infantil en Ciudad Guayana y determinaron, además de otros ítems, que la violencia está presente en todos los estratos sociales.
Marian Ojeda, coordinadora de la investigación y licenciada en Relaciones Industriales, explicó que la investigación tuvo un enfoque cualitativo y reveló aspectos relevantes sobre como los niños guayaneses perciben su bienestar, partiendo desde la experiencia propia y su entorno.
Los investigadores del centro de Estudios Regional (CER) de la Ucab Guayana, compilaron las experiencias de 50 infantes de diferentes estratos socioeconómicos, entre 8 y 12 años, de cuatro escuelas (dos públicas y dos privadas) en el municipio Caroní, igualmente la información clave sobre el contexto y sus condiciones de vida.
A diferencia de otros estudios, este particular tomó a los niños como sujetos de estudios.
Los testimonios recogidos se dividieron en nueve categorías: dinero y bienes materiales, amigos y familia, escuela, hogar, seguridad, capacidad de autonomía, ser escuchado, uso del tiempo y satisfacción.
El CER categorizó las escuelas seleccionadas en tres grupos: buenas, regulares y muy malas condiciones, permitiendo asegurar que el ámbito socioeconómico influya de manera destacada en la valoración del bienestar infantil.
Violencia en todos los niveles socioeconómicos
Uno de los hallazgos más importante en el estudio, fue la presencia de las formas de violencia y maltrato como experiencias comunes en todos los grupos de estudio, así como que existen niños bajo el cuidado de terceras personas, debido a la migración.
Janet Guerra, coordinadora de la escuela de Psicología de la Ucab en Caracas y especialista en desarrollo infantil, expreso que «una de las grandes preocupaciones que encontramos es la exposición a la violencia y aspectos relacionados con la convivencia».
Asimismo, el resto de los investigadores dijeron que este sería un indicador clave de la necesidad de implementar medias para prevenir y abordar la violencia infantil en todos los grupos.
Aparte de la violencia intrafamiliar, los niños y niñas hicieron mención sobre casos de violencia escolar tanto física como psicológica.
«Tenemos que cuidar no solo lo que aprenden los niños desde la parte académica, sino también desde lo social, eso no se aprende por el simple hecho de compartir con el otro», dijo. Guerra.
Es imperativo indicar que el trabajo infantil es una realidad presente entre los niños en muy malas condiciones.
El CER identificó casos de niños que trabajan y estudian, advirtiendo que esto puede tener un impacto negativo en el desarrollo educativo y bienestar general de estos.
«Hay niños que estudian en la mañana y trabajan en la tarde, por ejemplo, hubo un caso de un niño que trabaja después de clases en un taller», recordó Marian Ojeda.
Nivel socioeconómico afectan su bienestar
Entretanto en el ámbito socioeconómico, los niños de los centros educativos, ubicado en sectores más pobres de Guayana, indicaron en sus respuestas que «enfrentan situaciones relacionadas con la seguridad, salud emocional y estabilidad económica», explicó Ojeda; que a su vez, señaló que la falta de recursos, entorno inseguro y condiciones educativas afectan negativamente su percepción de bienestar.
Mientras que los niños con mejores condiciones, la preocupación por el dinero está vinculada a la seguridad y estabilidad familiar.
Entretanto, los niños con condiciones regulares y malas los inquieta la posibilidad de adquirir bienes, cubrir necesidades básica e incluso su propia seguridad alimentaria: necesitan dinero comer.
Contexto escolar de acuerdo al estudio
En la categoría de las escuelas, se pudo conocer que los niños de buenas condiciones les importa compartir y realizar diferentes actividades; mientras que, los de condiciones regulares les preocupa la infraestructura de las instituciones educativas.
La directora general académica de la universidad, la profesora Claudia Arismendi, quien también formó parte del equipo que analizó los resultados, aseguró que «la calidad educativa pasa por tener una infraestructura que permita a los niños y maestros estar en condiciones adecuadas para el aprendizaje y el desarrollo».
Además, resaltó que el mal estado de las instalaciones educativas y las fallas de los servicios son parte de la violencia estructural que viven los niños del estado y del país.
No obstante, el estadio reveló sobre las actividades que hacen los niños en su entorno.
Los de mejores condiciones cuentan sobre las diversas actividades recreativas que realizan como pasear, hacer gimnasia, patinaje o ir a la piscina; mientras que los de muy malas condiciones se quedan en sus hogares para dibujar, ver la televisión, hacer tareas o leer.
Por lo tanto, el estudio reflexionó que la participación en actividades recreativas y comunicación efectiva entre la escuela y comunidad son elementos que incluyen positivamente en el bienestar de los niños y niñas en todos los grupos.
«Los resultados evidencian que las escuelas son espacios que articulan a la familia y la comunidad», concluyó.
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