Colombia.-Dos horas después de que la Policía colombiana abatió al capo venezolano Willy Meleán, en la lujosa hacienda de Santander donde se ocultaba, se empezó a difundir un audio entre cabecillas del hampa en Colombia. En la grabación se escucha a un exmilitar de Venezuela celebrar la caída del criminal.

Con un marcado acento venezolano, el sujeto dice en el audio que la guerra va a continuar en Colombia y, de inmediato, subió a redes su armamento y el video de un nuevo crimen.

El Tiempo investigó y estableció que el hombre que se escucha en el audio fue identificado por la Policía de Colombia como Erick Alberto Parra Mendoza, de 27 años de edad. De acuerdo con informes de inteligencia, este hombre perteneció a la Guardia Nacional Bolivariana, en la que recibió entrenamiento en operaciones de comando, inteligencia, manejo de explosivos y combate.

Luego, Parra se convirtió en uno de los delincuentes más buscados del Zulia, donde nació, lo que lo llevó a trasladar sus actividades criminales a Colombia, Ecuador y Chile.

En efecto, cuando colgó el uniforme, se convirtió en el jefe de seguridad de los Meleán, una vieja familia de delincuentes venezolanos de la cual Willy Meléan –abatido el sábado pasado por la Policía– es la tercera generación.

Yeico Masacre

El exmilitar se convirtió en enemigo del clan cuando Tirso Meleán fue capturado en Texas, en febrero de 2019, por agentes antimafia de Estados Unidos.

Parra intentó apropiarse del manejo de la banda, lo que lo convirtió en rival de sus otros patrones. En ese momento, adoptó el alias de Yeico Masacre y echó a andar un plan de exterminio contra los Meleán que ya ajusta más de 30 muertos solo Colombia y otros más en Venezuela.

Las autoridades de inteligencia calculan que por lo menos 300 personas integran las dos bandas, que trasladaron su guerra a Colombia. Y en ese crudo enfrentamiento han caído de lado y lado.

Entre los muertos figuran el padre, el hermano y uno de los pistoleros del propio Yeico Masacre. Tal como lo reveló un informe de El Tiempo, estos fueron asesinados en Ibagué, el 16 de febrero pasado.

Y en Bogotá, esos enfrentamientos han dejado 14 venezolanos muertos solo en la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de la capital colombiana.

Paralelo a su disputa, las bandas de venezolanos también han ido ganando terreno en los negocios ilícitos. Además de narcotráfico, cobran vacunas a comerciantes y ahora se teme que incursionen en el secuestro, como lo hacen al otro lado de la frontera.

Por ahora, los enfrentamientos también incluyen la disputa por sicarios (incluidos colombianos), armas y una camioneta de alta gama, valorada en 180 millones de pesos.

“Willy Meleán había adaptado el vehículo con cámaras, blindaje y otros accesorios de lujo. El carro se convirtió en una especie de trofeo de guerra cuando Yeico Masacre se lo apropió”, le dijo a El Tiempo uno de los investigadores.

Pero las bandas de venezolanos han implementado otro tipo de rituales mafiosos. En videos recopilados por las autoridades (algunos de los cuales circulan libremente en redes sociales) se aprecia cómo pistoleros de la banda de los Yeico persiguen un automóvil en Soacha, para acribillar a sus ocupantes.

El sicario en moto cumple con la exigencia de disparar y grabar el crimen para subirlo a redes. Si logran hacer ambas cosas, les pagan hasta mil dólares por cada crimen.

También en Soacha se capturó a Gerardo Enrique Chacón y a Gustavo Javier Ruiz, alias Caremango, integrantes de esa banda, quienes según la Policía habrían asesinado a dos ciudadanos venezolanos.

El Tiempo estableció que los tentáculos de la banda de Yeico se extienden ahora a Ecuador y a Chile. Incluso, se cree que en este último país Yeico se refugia temporalmente.

La circular roja

En contra del exmilitar hay una circular roja, publicada el 27 de septiembre del año pasado y solicitada por Venezuela, por el delito de robo agravado.

Al exmilitar los señalan de haber ordenado el homicidio de Benito Cobis, director de inteligencia y estrategias preventivas de la Guardia Nacional Bolivariana.

El 5 de octubre del 2018, Cobis fue asesinado luego de que le lanzaran una granada de mano a su vehículo, que además fue impactado en más de 100 oportunidades por disparos de fusil. Las imágenes del atroz crimen aparecieron luego en redes.

“El lío con la circular roja es que no incluye los crímenes que ha cometido recientemente. Además, Chile –donde estaría escondido el exmilitar– es uno de los países que no reconocen al gobierno de Maduro, y se corre el riesgo de que no proceda a ubicarlo, capturarlo y extraditarlo a Caracas”, le dijo a El Tiempo un oficial de inteligencia.

Por eso, lo que Colombia busca ahora es conseguir todo el material probatorio para llevarlo ante la justicia colombiana, solicitar que la Interpol lo ubique y pedir su extradición inmediata a dicho país.

“La deportación de Yeico Masacre está descartada”, le dijo a este diario un investigador.

Mientras las autoridades colombianas dan con su paradero, el exmilitar continúa alardeando en redes sociales con armas de largo alcance y pistolas adaptadas con proveedores de máxima capacidad y granadas de mano. Y enviando audios celebrando la muerte de sus rivales.

 

Tomado de El Nacional

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