Ciudad Guayana.- Más allá de la inmensa suma de dólares que se requieren para intervenir las cárcavas que amenazan la estabilidad de Ciudad Guayana, urge que las autoridades regionales reconozcan la dimensión del problema, demuestren que existe la voluntad para solucionarlo, una buena gerencia y profesionalismo.
Así lo expuso este jueves, 20 de enero, el representante de la Asociación Civil Gente Para Servir Caroní (GPS Caroní), Simón Yegres, quien en rueda de prensa hizo un llamado de alerta a la Alcaldía del municipio Caroní y a la Gobernación del estado Bolívar a que volteen la mirada –de una vez por todas- a la situación de las cárcavas en la localidad.
«Esto no es una denuncia sino un llamado con mucha angustia, porque creemos que la situación de las cárcavas de Ciudad Guayana se ha venido manejando de manera errada, porque en la conciencia de las instituciones y de los ciudadanos se cree que tenemos la fortaleza del escudo guayanés y no es tan cierto. Estamos a unos 90-150 metros sobre el nivel del mar y aquí se presentan otro tipo de suelos y otras composiciones», dijo Yegres.
El ingeniero, especialista en Urbanismo y ex concejal, reconoció que tanto las autoridades municipales como los guayaneses están cegados por las bellezas naturales de esta ciudad, al punto que no ha sido posible poner atención a la vulnerabilidad y fragilidad de este caso.
Insistió en que, aun cuando Puerto Ordaz es conocida como la ciudad hermosa y planificada, con miras a ser una de las más importantes de Latinoamérica con proyección a unos 5 o 10 millones de habitantes a corto plazo, eso no podrá ser posible si no se asume «con responsabilidad» el riesgo que se corre de no atender estas peligrosas pendientes.
«Es necesario que no nos hagamos más los locos con esto. La cantidad de cárcavas que hay y el costo que se requiere, inversión, exigencia técnica…no todas son a causa de lo mismo, hay unas de formación natural, otras por la acción de la gente, la construcción, no todas tienen la misma solución», expuso.
70 cárcavas amenazan a Guayana
El glosario de términos de Geografía de la Universidad de Murcia define a la cárcava o barrancos, como incisiones producidas sobre el suelo y rocas de tipo arcillas con pendientes acusadas, por la acción del agua de escorrentía. Son típicas de áreas donde alternan largos periodos secos y calurosos con otros de lluvias torrenciales, cortas e intensas.
De acuerdo con la información ofrecida por Yegres, la Asociación Civil GPS registró al cierre del año 2021 64 cárcavas, aunque se atreven a afirmar que hasta la fecha podrían ser 70 o más.
Para 2013 Gobernación reportaba 62 cárcavas en la ciudad, solo una de ellas fue intervenida bajo la gestión de José Ramón López y Francisco Rangel Gómez. Esta es la cárcava Churúm Merú, en Alta Vista, a la altura del hospital Uyapar, con la particularidad de que, una vez solucionado el problema, se decretó zona residencial iniciando así unos trabajos de construcción de viviendas que hasta la fecha no han sido terminadas.
En 2015, Protección Civil en conjunto con Bomberos de la municipalidad, emitieron un informe donde indicaban que para ese momento habían 64 cárcavas, de las cuales, 5 estaban activas.
El diputado del Consejo Legislativo del estado Bolívar, José Villarroel, quien acompañó la rueda de prensa de GPS Caroní, informó que la fracción parlamentaria Guayana Libre llevará a esa instancia la situación de las cárcavas de Guayana, pues indicó que en gestiones anteriores se designó un presupuesto para soluciones sin efecto.
«Queremos pedir una rendición de cuentas a los entes regionales para que nos diga qué ha pasado y que se retomen esos planes. Queremos que este nuevo Cleb retome con mucha preocupación la situación de las cárcavas de Ciudad Guayana», señaló.
Estudios, inversión y gobernanza
Simón Yegres hizo referencia a la necesidad de hacer un perfil geológico, serio y profundo en la ciudad, para saber hacia dónde continuará el crecimiento y saber qué hacer en ese sentido.
Además, recomendó la creación de un ente propio que se dedique de manera exclusiva a la atención de las zonas de riesgo. Aunado a esto, consideró necesario que ese ente maneje un presupuesto coordinado con todas las instituciones del Estado y, de ser posible, reciba financiamiento internacional, «porque hará mucha falta».
«Atender las cárcavas se tragaría el presupuesto de la Alcaldía, de la Gobernación, porque es monumental el monto económico que se requiere. Por eso, si ellos ven la dimensión del problema, aun cuando se tenga voluntad, no existe la capacidad y tienen que ir a buscarla. Entonces prefieren hacerse los locos, como si el problema no existiera, y esta enfermedad que es como la osteoporosis, va consumiendo a Guayana por dentro», destacó.
Entre las cárcavas que requieren intervención inmediata está la ubicada en el sector Los Alacranes de San Félix. De acuerdo con la explicación del ingeniero, el problema ha crecido por las invasiones y construcción ilegal de viviendas. Panorama similar ocurre en la llamada Cañón del Diablo, ubicada en el sector San José de Chirica, en San Félix y Cerro Roberto, en el sector Unare de Puerto Ordaz.
Elías Rivas
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