Ciudad Guayana.- Hoy en día emprender un negocio va más allá de esa capacidad que tienen las personas para reinventarse e iniciar una empresa o proyecto.
De levantarse cada día, con ganas de salir hacia adelante y enfrentar el desafío de tomar por la rienda un negocio que dependerá de él o ella, en el que posiblemente tenga personas a su cargo.
Venezuela es un claro ejemplo de emprendimiento, una tierra forjada por personas trabajadoras que laboran con el propósito de exportar ese producto “Hecho en Venezuela”.
En el estado Bolívar muchos jóvenes recién graduados de la universidad, no tienen la oportunidad de ejercer su profesión y se ven en la obligación de buscar otras alternativas de trabajo para sobrevivir ante la crisis económica del país.
Es la historia que le tocó vivir a Luis Villamizar de 29 años, quien es oriundo del estado Zulia y abogado de la República Bolivariana de Venezuela.
Tras no conseguir empleo en esta rama, decidió sacarle provecho a unos locales de la familia que estaban abandonados.
Hace un año Luis con mucho esfuerzo, dedicación y algunos sacrificios logró inaugurar su frutería.
Expandir el negocio
Luis no solo se quedó con la idea de la frutería, él tenía otra visión (expandir el negocio).
Cuenta que al lado de su esposa e hijos hacían tizanas y merengadas en las reuniones familiares.
De manera que observando que contaba con el negocio de frutas, pensó: ¿Por qué no ofrecemos a los clientes jugos?.
Desde entonces comenzó ofreciendo jugos naturales y tizanas, luego de un tiempo tomó el riesgo de vender merengadas.
Aseguró sentirse un poco inseguro, pues no sabía cuál sería la aceptación de la gente al respecto. Para su sorpresa la receptividad de los clientes fue muy buena.
Diana Karina Medina
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