Kabul.- El Gobierno afgano decidió este lunes duplicar el número de policías en Kabul, en medio de una ola de ataques selectivos que tiene casi a diario como objetivo a políticos, activistas, intelectuales o periodistas.
«La presidencia de Afganistán ha acordado duplicar el número de policías en la capital», anunció el primer vicepresidente del país, Amrullah Saleh, quien reconoció que Kabul, con más de 5 millones de habitantes, tiene un número proporcional de agentes muy inferior a la media de otras grandes ciudades del mundo.
El proceso de reclutamiento para aumentar las filas de la Policía requerirá «paciencia y precisión», adelantó Saleh, sin detallar el número de agentes activos.
Entretanto, los puestos de control en las afueras de Kabul han sido transferidos al Ejército, y la protección de varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, incluidos algunos ministerios, fue puesta a cargo de los servicios de seguridad del Gobierno.
«Como resultado de esto, al menos 500 policías regresaron a su trabajo principal» en la capital, dijo.
ATAQUES SELECTIVOS
Este anuncio del aumento de los cuerpos policiales en la capital llega en medio de una situación «muy peligrosa, terrible y horrible para el pueblo afgano», según resumió a Efe el director del Foro de la Sociedad Civil Afgana, Aziz Rafiee.
Los asesinatos casi diarios de activistas, periodistas y otros miembros prominentes de la sociedad parecen tener como «objetivo humillar su trabajo y esfuerzos por los derechos humanos, el acceso a la información y la libertad de expresión para evitar que la gente esté al tanto de lo que sucede», dijo el activista.
Este mismo lunes dos ataques con bomba tuvieron lugar en la capital afgana: uno contra una camioneta del Ejército en el que al menos una persona resultó herida al explotar la bomba adherida al vehículo, y otro cuando un artefacto explosivo en una bicicleta fue detonado al paso de un autobús que transportaba a funcionarios.
«A raíz de la (segunda) explosión resultaron heridos seis civiles», dijo a Efe el portavoz de la Policía de Kabul, Firdaws Faramarz.
Ningún grupo armado ha reivindicado estos ataques, aunque las autoridades afganas acusaron a los talibanes.
El portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian, reveló a Efe que «debido a la reciente ola de violencia, incluidas las explosiones de bombas caseras de los talibanes, cientos de compatriotas han resultado muertos y heridos».
«Tales ataques son crímenes de guerra contra la humanidad», dijo, asegurando que este tipo de acciones forman parte de una nueva estrategia insurgente para hacerse ver después de haber sido derrotados en el campo de batalla.
LOS TALIBANES
El principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, remarcó sin embargo, en declaraciones a Efe, que sus combatientes solo atacan objetivos militares.
«Nuestra política es muy clara, solo atacamos los objetivos que son miembros de los círculos de seguridad del enemigo (…) que están directamente involucrados en la guerra. Pero los asesinatos selectivos de civiles, miembros de la sociedad civil, profesores universitarios y líderes religiosos no son responsabilidad nuestra ni parte de nuestra estrategia de guerra», subrayó.
Mujahid culpó a los miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y a las agencias de inteligencia afgana de esos ataques.
«Estos ataques los llevan a cabo ellos mismos (las fuerzas afganas) o por orden suya. Quieren eliminar a las figuras que critican a la Administración de Kabul, o fabricar propaganda negativa contra los combatientes talibanes», sentenció.
EFE
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